El Mañana / Staff.- "Dios tiene su tiempo, y los tiempos de Dios son muy perfectos", expresaron Minerva Barrera y Gumersindo Villa, un matrimonio que ha servido en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe desde 2014.
"Es una jerarquía más arriba para nuestra parroquia; gracias a Dios que se logró todo este evento y que pudimos estar presentes, porque somos personas que también trabajamos, pero bendito sea el Señor, todo fue posible", comentó Minerva.
Para el matrimonio, la elevación a concatedral representa un logro histórico que llena de gozo a la comunidad católica.
"Es una alegría y un gozo que esté ya esto aquí, porque es un templo con historia; tiene 65 años, imagínese, 65 años y hasta ahora se hizo concatedral. Esto debió ocurrir hace muchos años, pero como dice la palabra de Dios: Dios tiene su tiempo, y sus tiempos son perfectos", expresó Gumersindo.
Recordó la importancia personal de la parroquia en sus vidas, ya que fue el lugar donde contrajeron matrimonio y desde el 2014 han servido como ministros, ayudando a repartir misales, dar la palabra y realizar la colecta, formando parte de dos ministerios.
"Es una emoción. Le dije a mi esposo: no me quiero perder esto porque no se vive varias veces. Ver a todos los padres y sacerdotes reunidos es algo único, incluso saludamos al sacerdote que nos casó".