Mientras tanto, familias que viven a lo largo de la calle Prolongación Latón tienen desde hace más de un año tres focos de infección en que está convertido el trío de brotes de aguas que despiden olores nauseabundos y que están a unos pasos de sus viviendas.
Una de ellas está en la calle Diamante con Prolongación Latón, en tanto que otra más, apareció poco más adelante, en la Minas de Esmeralda y Plata en tanto que la tercera está en bulevar Villa Esmeralda.
Vecinos del sector se preguntan qué hacen las autoridades del municipio vía Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado ante el problema que ni se resuelve, pero sí crece en dimensión y afectación.
Cada vez hay mayor cantidad de familias perjudicadas con la inacción de parte de quienes tienen la obligación ineludible de intervenir, de buscar una solución pronta y adecuada a las fugas de aguas residuales.
La desesperación de quienes resultan perjudicados por la pestilencia que generan las aguas negras, dicen, ya está llegando a su límite, pues las han soportado por mucho tiempo y son los niños sobre todo, los que resultan más afectados por el riesgo que para su salud representan los referidos brotes.