Épico... batalla de raperos

No hay jueces, son los mismos raperos quienes deciden quien es el ganador... tampoco hay premios, sólo el reconocimiento del vencido

¡Esto va ser un batallón, raza! Reynosa contra Matamoros. ¡Épico!

Ya saben el formato: 2 por 2

Una decena de jóvenes sacan sus celulares para grabar a dos contendientes que al ritmo de rap llevan su “riña” al extremo.

- Yo te respeto a ti y a tu capilla y  por el respeto que te tengo te voy a poner una…

- Si me hablas de mi capilla, véngase pa’ aca y rece de rodillas…

- Uuhhhh-, gritan los asistentes a una pelea de rap, un movimiento de contracultura que crece a pasos agigantados en la ciudad.

Los raperos se reúnen en la plaza principal o en la plaza de los Niños Héroes, en el centro de la ciudad.

Una pelea de rap es cuando dos o más raperos pelean creando versos que los recitan muy rápido, en tono alto, casi gritando, y posición de retador a su contrincante. 

Se encaran uno a otro como buscando una pelea física, pero no es así, son sólo las reglas de las batallas.

Hay diferentes tipos de batalla, la más sencilla es cuando un rapero reta a otro en formato de 2 por 2, es decir, que cada uno tiene derecho a recitar dos versos para derrotar a su rival.

También existe el formato de 4 por 4, es decir, cada rapero tendrá cuatro oportunidades para vencer a su retador.

Otro de los formatos es la de pregunta, es decir, un rapero le lanza una pregunta, casi siempre en tono burlón o sarcasmo y el otro rapero tiene que responder.

También hay formato en que participan hasta cuatro raperos y cada uno espera su turno para responder.

No hay jueces, sino son los mismos raperos quienes deciden quien es el ganador, y toman como bases para decir que rapero fue más fluido para recitar.

Tampoco hay premios, sólo el reconocimiento del vencido. Aunque sí hay competencias locales, estatales y hasta nacionales.

Aunque se sube el tono del verso, puede ser ofensivo y pareciera que están a punto de irse a los golpes, pero la realidad es que ningún rapero se enoja, es sólo una competencia y nada es personal.

Al concluir la batalla, se estrechan los puños y se reconoce al vencedor entre aplausos.