Cada vez es más frecuente ver en la frontera a ciudadanos que han perdido el temor ante la pandemia de Covid-19, dejando de lado el uso de cubrebocas.
Adultos en general y menores prefieren ya no usar la mascarilla, y entran a las tiendas de conveniencia sin ella, así como a locales comerciales y a restaurantes.
Sólo algunos negocios aún piden al entrar el uso de cubrebocas y aplicarse gel antibacterial, así como en dependencias públicas principalmente.