El Mañana / Staff.- A pesar del clima que imperó y de que en algunos momentos hubo llovizna, la ceremonia religiosa para la proclamación de la concatedral se llevó a cabo con gran fervor y alegría.
Las temperaturas, que oscilaron entre los 17 y 19 grados, no impidieron que los católicos se hicieran presentes en la magna celebración, protegiéndose con chamarras, bufandas y paraguas.
A las 11:30 horas arribó Joseph Spiteri, nuncio Apostólico en México, quien llegó a Reynosa en representación del Papa Francisco; su presencia fue recibida con emoción, ya que representaba no sólo la bendición del Papa, sino también un reconocimiento a la comunidad católica de Reynosa por este importante logro.
- Monseñor Eugenio Lira Rugarcía, obispo de la nueva Diócesis de Matamoros-Reynosa, expresó su agradecimiento por la presencia del nuncio y destacó el profundo significado de la elevación de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe a concatedral.
"Este templo, que ha sido parte fundamental de la vida y la historia de Reynosa, hoy se une a la catedral de Matamoros dando inicio a la nueva diócesis, que abarca ocho municipios. Este es un signo de unidad para toda la iglesia diocesana", afirmó.
Para muchos feligreses, este evento fue más que una celebración religiosa, fue un motivo de alegría y esperanza.
María del Carmen Herrera, quien llegó desde la colonia Jarachina Sur, expresó su emoción por la noticia de la elevación de la parroquia.
"Desde el momento en que se dio el anuncio me puse muy contenta, no es fácil viajar hasta Matamoros para hacer trámites, pero ahora, con la sede episcopal aquí en Reynosa, podremos gestionar todo mucho más cerca", comentó.
Este sentimiento de satisfacción y esperanza fue compartido por muchos asistentes, que celebraron el hecho de que Reynosa sea ahora parte integral de la nueva Diócesis de Matamoros-Reynosa.
La ceremonia, que comenzó al mediodía, fue una muestra de la unidad de la comunidad católica, en ella, estuvieron presentes arzobispos invitados de diversas ciudades, así como más de 140 sacerdotes que forman parte de la Diócesis de Matamoros-Reynosa, autoridades locales, sociedad civil y organismos representativos de la ciudad, la misa, cargada de simbolismo, se desarrolló con gran devoción y respeto, terminó alrededor de las 2:30 de la tarde.
Tras la ceremonia religiosa, se ofreció una verbena popular en la que feligreses y sacerdotes compartieron un momento de alegría y fraternidad. La fiesta no solo fue una celebración religiosa, sino también una oportunidad para que la comunidad disfrutara del evento y fortaleciera los lazos que los unen como iglesia.
La elevación de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe a la categoría de concatedral marca el inicio de una nueva etapa para Reynosa y la región. Con la creación de la Diócesis de Matamoros-Reynosa, la ciudad se convierte en un centro religioso de gran importancia, albergando ahora una sede episcopal que servirá como punto de unión para los ocho municipios que integran esta diócesis.
Este evento histórico no solo es un paso importante para la iglesia católica en Reynosa, sino también un hecho histórico, ya que la parroquia de nuestras señora de Guadalupe forma parte de la historia y la cultura de Reynosa.