Hay esperanza de vida si se detecta a tiempo

Aunque es la segunda de muerte entre las mujeres, el cáncer cérvico uterino es prevenible y curable

El Mañana / Staff.- Desde el 2006, el cáncer cérvicouterino se convirtió en la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres en México.

De acuerdo al Instituto de Salud para el Bienestar del Gobierno Federal, este tipo de cáncer es prevenible y si se detecta a tiempo con un tratamiento adecuado, puede ser curable.

Este padecimiento además es es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo.

Cada 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer del Cuello Uterino, a fin de generar conciencia en las mujeres sobre las acciones de prevención.

Esta enfermedad es causada en 95 por ciento de los casos por el virus del papiloma humano, los cuales son los causantes de algunas infecciones de transmisión sexual, por lo que las mujeres corren el riesgo de que una infección por VPH se vuelva crónica y que las lesiones precancerosas evolucionen hacia un cáncer de cuello uterino invasivo.

Algunos de los factores de riesgo que pueden generar cáncer cérvicouterino son: tener varias parejas sexuales; comenzar con la actividad sexual a temprana edad; haber padecido anteriormente infecciones de transmisión sexual; fumar y tener el sistema inmune debilitado a causa de alguna enfermedad o medicamento.

 

SÍNTOMAS DE ALERTA

De acuerdo a las autoridades federales, este cáncer no produce signos, ni síntomas en su fase inicial, en caso de darse es porque la enfermedad ya está presente y van desde sangrado irregular o leve entre periodos menstruales en mujeres en edad reproductiva, sangrado menstrual más prolongado y abundante que lo habitual, posmenopáusico, después de mantener relaciones sexuales, aumento del flujo vaginal, en ocasiones con mal olor, dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales.

  • Al avanzar el cáncer pueden aparecer síntomas más intensos como: dolor persistente en la zona pélvica, espalda o piernas,  pérdida de peso, cansancio, pérdida de apetito,  flujo vaginal maloliente y molestias vaginales, hinchazón de una o ambas piernas.

El plan de tratamiento para atender este padecimiento será determinado por profesionales de la salud especialistas en cáncer y dependerá de qué tan avanzada esté la enfermedad, pero puede incluir cirugía para quitar la matriz o tumor, radioterapia y quimioterapia.