En ejidos como La Llorona y Francisco Villa ya se inició la recolección de las cosechas con la esperanza de que en esta ocasión sean buenas y también el precio de garantía de sorgo lo sea.
Los campesinos están confiados en que las cosas saldrán bien al término del ciclo agrícola de temprano, pero también confían en que el precio, al cual venderán sus granos, les deje lo suficiente para pagar deudas contraídas, así como para mantener a sus familias y, si les queda un poco más de dinero, todavía mejor.
Ese es el sentir de los ejidatarios afiliados al 14 Comité Regional Agrario de Reynosa, cuyo delegado es Mauro Barrera, y quienes esperan que al final de cuentas el precio de sus cosechas sea bueno, pues de lo contrario, podrían algunos caer en el desaliento y pensarlo dos o más veces decidir si continúan o no con la actividad de producir alimentos, como lo han hecho durante muchos años.
Dicen algunos de ellos que van a trillar sus parcelas con la firme idea de lograr una buena producción.
Y aunque de momento no hay un precio de garantía establecido, piensan que podría ser bueno al final de cuentas aún con la falta de apoyos por parte de la federación, que eliminó los distintos programas mediante los cuales se beneficaban a los productores del campo.