La ola de calor extremo que azota a Reynosa ha tenido un impacto negativo en la actividad comercial de la ciudad, sobre todo en los pequeños vendedores, que han tenido una disminución en las ventas de un 50 por ciento.
Héctor Regalado Juárez, dirigente de la Unión de Comerciantes en Pequeño, comentó sobre la difícil situación que enfrentan los comerciantes debido a las altas temperaturas.
Esta situación ha afectado a todos, incluyendo a los vendedores de raspados y chamoyadas, quienes, a pesar de ofrecer productos refrescantes, también han visto disminuir sus ventas.
"Incluso, los compañeros que venden raspados y chamoyadas están viendo menos clientes derivado de la escasa afluencia de gente en la zona peatonal y en el centro de la ciudad", expresó.
El dirigente mencionó que las ventas han disminuido entre un 40 y y un 50 por ciento en comparación con lo que estaban acostumbrados en esta temporada.
"Son las aguas frescas y chamoyadas las que normalmente tienen más demanda en esta época, así como artículos para protegerse del sol, como gorras, lentes y toallas", expresó, pero aún así, las ventas han bajado considerablemente.
Regalado Juárez señaló que la Unión de Comerciantes cuenta con alrededor de 200 miembros en el centro y en toda la ciudad, y todos ellos están esperando con ansias la llegada de la temporada de lluvias con la esperanza de que las precipitaciones ayuden a refrescar el clima y atraigan a más compradores al centro de Reynosa.
"Esperamos que las lluvias lleguen este año y que baje un poco la intensidad del calor para que la gente se sienta más cómoda viniendo al centro; mientras tanto, seguimos padeciendo esta crisis de ventas", concluyó.
Los comerciantes de Reynosa esperan que las condiciones meteorológicas mejoren pronto, permitiéndoles recuperar el flujo de clientes y estabilizar sus ingresos en estos meses difíciles.