Desde el pasado 1 de enero entró en vigor el nuevo tabulador salarial en el país. La zona norte y sus 43 municipios de la denominada Zona Libre gozan de un salario preferencial superior al del interior de la República Mexicana. Con un incremento del 20% se colocó de 260 en 312 pesos diarios contra 207 en el resto del país.
Sin embargo, la aparente bonanza salarial se topa con el muro imposible de derribar de la carestía inflacionaria de precios, que pareciera que, al mismo ritmo del alza salarial, también se ajustan en su costo.
En opinión del licenciado Ricardo Vásquez Varona, especialista en Justicia Laboral, quien refiere en exclusiva para EL MAÑANA que los salarios parecen que son ajustados sólo en base al efecto inflacionario.
Es decir, es fundada la percepción de los trabajadores en sentido de que los incrementos salariales sólo obedecen a compensar el alza de precios en la mayoría de los productos básicos.
Por lo que reconoce que el incremento en los salarios y los 312 pesos diarios no servirán para amortizar no sólo la cuesta de enero, sino el impacto inflacionario que se espera a lo largo del 2023.
“Tienen razón los trabajadores al referir que ese incremento salarial no será suficiente para enfrentar la escalada de precios, no será suficiente y lo vemos con el alza de todo que sube en forma constante y sin freno”, advirtió.
Por lo que dijo que la esencia de fondo en el tema de los salarios y sus incrementos, es que no reflejan la realidad del costo real de la vida.