El endurecimiento de las inspecciones a autotransportistas mexicanos por parte de Texas en esta frontera ya provocó un desplome del 70 por ciento en el flujo comercial con México y se reportan pérdidas económicas de hasta 115 millones de dólares al día.
El Puente Internacional Reynosa-Pharr, uno de los puertos comerciales más transitados de la frontera entre Estados Unidos y México permanecía cerrado ayer martes, mientras crecía el descontento y los embotellamientos por las nuevas disposiciones del gobernador de Texas, Greg Abbott, que exigen más inspecciones a los vehículos comerciales como parte de una operación más amplia de seguridad fronteriza emprendida por el mandatario estatal republicano.
Los transportistas mexicanos han bloqueado desde el lunes el cruce binacional en protesta por la decisión de Abbott, que la semana pasada ordenó a los policías estatales que detuvieran e inspeccionaran los camiones que entraran en Texas.
En otros lugares de la frontera de Texas, de unos 1,930 kilómetros (1,200 millas), también se han registrado embotellamientos inusualmente largos, algunos de los cuales duran 12 horas o más.
Ayer, los choferes de tractocamiones bloquearon el paso en el puente Anzaldúas y advirtieron que se movilizarían a otros cruces fronterizos en protesta por la lenta revisión de unidades por parte del Gobierno de Texas.
Un grupo de manifestantes se dirigió al puente Anzaldúas y en el carril por donde pasan camiones vacíos detuvieron a un chofer para luego atravesar su camión bloqueando el paso.
Los carriles para autos ligeros quedaron abiertos.
Directivos de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) acudieron al puente Reynosa-Pharr para hablar con los choferes inconformes ante las lentas revisiones del Gobierno de Texas.
La petición de la Canacar fue que los transportistas abrieran al menos los carriles de importaciones a Reynosa, a lo cual se negaron.
Los choferes, provenientes de diversas entidades del país, pasaron toda la noche del lunes frente a la Aduana del cruce Reynosa-Pharr con sus unidades bloqueando el paso en ambos sentidos.
PRESIONAN A ABBOTT: DESTRABAR LA FRONTERA
En este escenario, 17 organismos empresariales del noreste del país demandaron que se detengan los operativos extraordinarios que ordenó el gobernador Abbott a los camiones de carga.
En un comunicado, formalizaron la petición incluyendo al Consejo Nacional para el Fomento a la Inversión, Empleo y Crecimiento Económico (Cofinece).
Argumentaron que se está trastocando el flujo natural de mercancía entre ambos países y que se tienen tiempos de espera extenuantes, que ponen en riesgo la cadena de suministro, con pérdidas millonarias.
“Solicitamos respetuosamente a usted y a su gobierno permitir el flujo de vehículos comerciales, acelerar todas las revisiones de mercancías y de embarques, pero sin trastocar los tiempos de cruce, como reiteramos para no afectar la cadena de suministros”.
- Exponen que las ciudades fronterizas tienen la vocación de servir al comercio binacional y que el comercio entre México con Estados Unidos equivale a un millón de dólares por minuto, siendo Texas el beneficiario del 50 por ciento.
- “De ese tamaño es el valor del intercambio y también la afectación que esta puede causar, los puertos más afectados hasta el momento son Puente de Comercio Mundial en Nuevo Laredo, Puente Internacional Colombia, Nuevo Léon, y Puente Internacional Reynosa-Pharr”, se lee.