Como inicio de agosto, la comunidad de los "chamanes" en esta ciudad realiza su ritual anual para agradecer a la Madre Tierra por sus bondades y pedir por la fertilidad y abundancia en sus cosechas.
De acuerdo a Martín, es este mes de agosto donde la Madre Tierra bendice las cosechas de los hombres del campo y ora ante la divinidad mayor, que es el Creador, para que las lluvias caigan regularmente y los sembradíos crezcan en abundancia.
Sin embargo, pese a que este año el clima ha imperado con muy altas temperaturas y la falta de lluvias, ellos como comunidad confían en que las precipitaciones llegarán y dotarán de todo lo bueno a sus cosechas para el bien de los habitantes de este municipio y el estado; por eso oran y entregan ofrendas, como el ron y la caña de azúcar, pero otros realizan más "entregas", de acuerdo a sus creencias.
Esperan que las lluvias que se anuncian sean copiosas y traigan bendiciones no solo a los campos tamaulipecos, sino en todo el país, que pasa por grave sequía, dijo don Martín.