Rubén García Castillo, locutor de La Mano Peluda e Historias del Más Allá, murió el lunes de causas no reveladas.
Diversos medios y personalidades del entretenimiento nacional lamentaron en redes sociales el deceso de García Castillo, entre ellos Rodrigo Jiménez, director del Sistema Mexiquense de Medios Públicos.
“Con mucha tristeza informamos la pérdida de nuestro compañero y amigo, Rubén García. Talentoso locutor y conductor que con emoción y calidad humana nos hizo vibrar tantos años con sus Historias del Más Allá”, escribió en Twitter.
“Abrazo fraterno a sus familiares y seres queridos. Descansa en Paz”.
UN ÍCONO
El comunicador tenía casi 40 años trabajando en medios, entre los que destacan Grupo Radio Centro, Canal Once, TV Azteca, Televisa Radio, Imer, Radiorama, y recientemente en Radio y Televisión Mexiquense.
García Castillo se convirtió en un ícono de la radio a mediados de los años 90, con la aparición del programa de terror La Mano Peluda, del cual estuvo a cargo de 1995 a 1999 y posteriormente de 2010 a 2018.
Tras salirse del proyecto en 1999, el artista realizó otros trabajos hasta que le llegó el segundo éxito más grande de su carrera, Historias del Más Allá.
El repentino deceso coincide con la llamada maldición del programa, pues hace 10 años falleció sorpresivamente Juan Ramón Sáenz, quien estuvo al frente de la emisión desde 1999 hasta su muerte.
EXTRAÑOS FENÓMENOS
La supuesta maldición nació en 2002, cuando el locutor recibió una llamada telefónica de un hombre que se identificó como Josué Velázquez, quien aseguró que vendió su alma al Diablo.
En su historia, el radioescucha compartió que, con tal de superar sus problemas económicas, aceptó la oferta del Diablo y a cambió debía darle sus servicios; sin embargo, ya estaba harto y buscó ayuda en la emisión.
Durante la llamada, espectadores y empleados de la transmisión aseguraron que ocurrieron sucesos extraños.
En 2011, Josué concedió una entrevista para un programa de televisión a Juan Ramón, se dice que tras ocurrieron extraños fenómenos.
En el mismo año, el 29 de mayo, Juan Ramón Sáenz falleció a los 48 años de edad víctima de un paro respiratorio a causa de una misteriosa bacteria gastrointestinal que le provocó una peritonitis.