Los doctores Paul Nassif y Terry Dubrow ya tienen listo todo el instrumental que necesitan para su séptima temporada de intervenciones en el reality show Botched.
Ambos cirujanos plásticos filmaron durante el confinamiento por Covid-19 su nueva colección de capítulos, que se transmitirán en E! Latinoamérica a partir de mañana, a las 22:00 horas, y volverán a sorprender con el estado crítico de los casos que atendieron.
“Hay situaciones que están fuera de control respecto a otros doctores, otro tipo de procesos, y para nosotros la principal misión es tratar de rehacer lo que está hecho para mejorar algo, aunque sea un poco, el estado del paciente”, platicó Nassif, quien se sentó en su oficina de California para videoentrevista exclusiva.
BIEN PROTEGIDOS
“En tiempos de pandemia no cambió nada dentro de las intervenciones que hicimos porque las medidas de salud siempre son las mismas: cubrebocas y desinfectantes. El equipo de producción duplicó medidas y todo salió muy bien”.
Para quienes no conocen la dinámica de Botched, cuya traducción en español sería ‘estropeado’, básicamente pone a los galenos en la disyuntiva de determinar si pueden arreglar defectos naturales o procedimientos clínicos malogrados. No aceptan todos, no complacen a cualquiera.
“Hay dos casos que me impactaron por su contexto y el entorno en que se dieron. Uno de ellos es Hallie, una chica con siete operaciones de nariz, quien pospuso su boda por cinco años.
“No sabíamos cómo determinar las razones de los resultados, pero fue muy complejo asimilarlo. Finalmente ella se casó en Las Vegas, pero las fotos fueron de lejos, no permitió ningún acercamiento”, contó Nassif, de 58 años, quien tiene a la venta su propia línea de productos cosméticos.
Y el otro, relató el mismo profesional, de ascendencia libanesa, fue el de una mujer que comenzó con un quiste canceroso pequeño bajo la nariz y terminó perdiendo el surco nasolabial (la hendidura entre nariz y labios).
Fue un procedimiento correcto, hubo situaciones ajenas que el otro doctor manejó apropiadamente, pero nunca sabes qué esperar de ciertas enfermedades. Terminó perdiendo casi toda esa parte hasta los labios”, detalló.