Cuando Phoebe (Mckenna Grace) y Trevor (Finn Wolfhard), se muden con su madre (Carrie Coon) a Summerville, un pequeño pueblo en Oklahoma, descubrirán que la casa que les dejó su fallecido abuelo está llena de misterios vinculados con su pasado como cazafantasmas.
Esto arranca una nueva aventura para ellos, que retoma la esencia del fenómeno ochentero en el filme Cazafantasmas: El Legado, dirigido por Jason Reitman, hijo del director original (Ivan Reitman), una trama que coincidió con su propia experiencia aproximándose a esta obra icónica.
NADA FÁCIL
“Fue mucha presión el animarme a hacerlo, he estado en el set de este filme desde los seis años, Ghostbusters ha sido parte de mi vida desde que puedo recordar y la gente siempre me preguntaba si yo haría una película sobre esto y no lo sabía, porque se sentía como un desafío realmente intimidante.
“No fue hasta que descubrí esta historia que resultó muy personal para mí, como mi propio viaje por tomar esto en mis manos. Es una historia de estos niños y su camino por acercarse a este universo también, tal como sucedió conmigo”, compartió Reitman en entrevista.
Encontrando el equilibrio perfecto entre lo que él como autor quería plasmar de la obra de su padre, su propia visión y el mantener la esencia del proyecto para complacer a los fans de la saga, el canadiense de 44 años dijo que contará con la combinación ideal de frescura y nostalgia, para no defraudar a nadie.
DEDICATORIA ESPECIAL
La nueva versión, que llega a las salas nacionales hoy jueves, estará dedicada al fallecido actor Harold Ramis, quien coescribió el guión de las primeras dos películas e interpretó al físico nuclear Egon Spengler.