CIUDAD DE MÉXICO
Fundada en diciembre pasado, Miriam Fernández, Sofía Sada y Lissy Giacoman aprovecharon el "boom" que la pandemia trajo a los programas en línea para capacitar a los trabajadores.
Desde entonces, empresas como Frisa, Aries y Banca Afirme han confiado en Vinco para conectar a sus trabajadores con programas educativos de distintos niveles. Esto llamó la atención de los inversionistas.
"Les atrae el potencial de impacto; en Latinoamérica hay más de 150 millones de trabajadores que no tienen educación superior, es decir, su preparatoria, su carrera, el tema de inglés; es un mercado grandísimo", dijo Sofía Sada en entrevista. Algunos fondos que aportaron capital fueron Alter Global y Reach Capital, de Silicon Valley, así como Angel Ventures y Y Combinator, de México.
Los recursos servirán para expandirse por Latinoamérica. Vinco conecta a los trabajadores con instituciones como Tec Milenio, Open English, Universidad Internacional de La Rioja en México, Harmon Hall y la Universidad Metropolitana de Monterrey para que terminen su preparatoria, tengan una carrera, aprendan inglés o programación. Los programas pueden ser subsidiados por la empresa o pagar una parte y el resto el trabajador.
Vinco obtiene sus ingresos de las cuotas que cobran a los socios educativos por estudiante que se inscribe a sus programas, una vez que fueron canalizados mediante la startup. Para las emprendedoras, impulsar la capacitación retiene a los trabajadores al apoyarlo con sus estudios y la empresa ahorra en nueva capacitación, consideró Fernández. Las tres fundadoras coincidieron en que la meta es llevar a Vinco a ser empresa unicornio, aunque no la más importante.