Es lo que le ocurrió a Jesús Tapia, comediante y cineasta poblano que decidió lanzar la marca ChavosTristes en 2016, registrada ante el IMPI, luego de terminar una relación de 2 años y medio.
"Antes de empezar Chavos Tristes, yo andaba con una diseñadora de modas y terminamos mal, entonces, para vengarme de ella saqué una marca de playeras con las frases que me dijo cuando me cortó, porque necesitaba reírme de mí y de mi situación", dijo en entrevista.
Al principio, sólo vendía playeras con frases y canciones de desamor e imágenes de películas, pero luego de 6 años y con la llegada de la pandemia, que aceleró el comercio electrónico, expandió su oferta a mochilas, tote bags, licoreras y "calcetristes".
Sus productos se venden en 14 países de América, Europa y Australia y le generan ingresos de entre 25 y 30 mil pesos mensuales.
Roberto Iván González, antropólogo social y fundador de Los Románticos Pendejos, fue otro poblano que "convirtió en oro" el desamor.
Sus ilustraciones en tazas, playeras, fanzines y tote bags muestran la ironía del amor y otras situaciones cotidianas. Sus creaciones se inspiran en sus experiencias y las de sus amigos, como de parejas que discuten en la calle.
"Lo que hago es mofarme del comportamiento humano. Observarlo, a partir de ahí hago las tiras. (...) Cuando nos enamoramos tendemos a perder el juicio, no filtramos lo que decimos, nos apendejamos", dijo.