McAllen, TX.
Luego de anunciarse de que la vacuna contra el coronavirus de Pfizer tiene una efectividad superior al 90 por ciento, aumentaron las perspectivas de que los reguladores federales autoricen la vacuna en caso de emergencia a mediados de diciembre y de que las primeras inyecciones se administrarán antes de fin de año.
Greg Abbott, gobernador de Texas, informó que el estado ha preparado planes de asignación para distribuir rápidamente medicamentos y vacunas que ahora están disponibles para tratar el virus.
“Es probable que las dosis se asignen a los estados y territorios de los Estados Unidos, en función de su porcentaje de pacientes hospitalizados e infectados”, informó la Oficina del Gobernador de Texas en un comunicado.
Luego de que la corporación farmacéutica Pfizer anunciara un progreso significativo en el ensayo de la vacuna Covid-19, El Paso podría ser una de las ciudades priorizadas en la distribución de la misma, debido al alto número de contagios registrados.
Después serían las ciudades del Valle de Texas, principalmente las del Condado Hidalgo y Condado Cameron, por sus elevados indices de contagios, se informó en forma extraoficial.
Los primeros resultados de la vacuna de Pfizer han traído optimismo en la lucha contra el coronavirus. Los ensayos fueron aplicados e incluyeron 44 mil participantes y se espera que esté disponible a fines de noviembre, sin embargo, se prevé que se de prioridad a la aplicación al personal médico y de salud.
Los hallazgos, anunciados por el gigante farmacéutico Pfizer y la firma alemana de biotecnología BioNTech, brindaron una esperanza muy necesaria para una nación golpeada por el aumento de casos de virus, una economía tambaleante y una campaña presidencial reñida.
Es un buen augurio para otras vacunas y podría acelerar el cronograma para frenar la pandemia, dijeron los científicos, quienes advirtieron que cualquier vacuna exitosa aún enfrentará obstáculos, en particular la distribución a cientos de millones de personas.
Los expertos advirtieron que el ansiado regreso a la normalidad tomará muchos meses o más, y que el camino seguramente contendrá giros inesperados. Incluso después de que se apruebe una vacuna, dijeron, las personas necesitarán usar máscaras y distancia social durante algún tiempo, en parte porque las dosis de la vacuna serán limitadas y tomará tiempo inmunizar a una cantidad suficiente de la población para detener la propagación del virus.
La normalidad tardará en llegar, mientras los ciudadanos seguirán acatando las normas.