La pobreza de la economía mexicana
gilberto.banda@elmanana.comUna vez más como sucede desde hace 10 años, el Coneval anuncia que el porcentaje de la población que está en situación de pobreza no baja. Considerando los ingresos propios generados en el mercado de trabajo y de bienes, así como las remesas y transferencias, el Coneval reporta que 53.2% de la población mexicana está en situación de pobreza y 20.6% en situación de pobreza extrema. Hasta hoy, afirma el maestro Alberto Esteban Arellano, investigador de la Universidad Tamaulipeca, el porcentaje de mexicanos en pobreza es similar al que se tenía en 1992. Datos difíciles de conciliar con una economía que está considerada entre las 15 más grandes, que es miembro de la OCDE y considerada de ingreso medio alto. Conocidos los resultados hay sorpresa y un llamado de atención a la Secretaría de Desarrollo Social.Al igual que muchos de nosotros, dice: “me sorprende y a la vez molesta el conocer la procedencia y origen de estas cifras”. Y Arellano destaca: “Con un récord de crecimiento económico que muchos tildan de mediocre, ¿por qué habría de esperarse una caída sustancial de la pobreza? Muchos aducen que el bajo dinamismo económico es causa de la informalidad, la corrupción y el bajo nivel educativo (Tema que un servidor ha comentado en estas líneas como causante de muchos de nuestros males) que impera en el país. Y quizás ello es cierto, aunque también lo es la causalidad inversa. Sin embargo, dichas características no son específicas de México; también lo son en Perú, Brasil y Colombia. En este sentido, dichas características por sí solas no permiten explicar por qué México se distingue –entre sus pares latinoamericanos– por ser el país con el menor dinamismo económico”.Agrega que a sabiendas de la correlación positiva entre crecimiento económico y disminución de la pobreza, los malos resultados en el combate a la pobreza en México no deberían, pues, extrañarnos. En todo caso, lo que sí causa extrañeza es que en mucho tiempo no haya habido un cambio sustancial en la política económica.Ciertamente se ha logrado una importante estabilidad macroeconómica, que es ingrediente indispensable para contar con una economía sólida y robusta. Sin embargo, es vergonzoso y preocupante saber que un rasgo característico de la economía sea que más de la mitad de la población tenga un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo. Si hemos de juzgar la política económica por sus resultados, la falta de crecimiento robusto a lo largo de tres décadas y la persistente pobreza nos llevan a pensar que la política económica que hemos seguido tiene serias deficiencias.