Las tres mayores economías de América Latina no son ajenas a la mejora generalizada de las previsiones económicas proyectada este martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Brasil, México y Argentina, que suman conjuntamente casi el 70% del PIB regional y cerca del 60% de la población, rebotarán en 2021 más de lo previsto en diciembre del año pasado: el primero crecerá un 3,7% (1,1 puntos porcentuales más), el segundo un 4,5% (0,9 puntos más) y el tercero un 4,6% (también 0,9 puntos más). En adelante, como el propio organismo subraya, la recuperación queda fiada al despliegue de las vacunas.
Aunque el organismo no ofrece datos para el resto de países latinoamericanos que no están en el G20, es de esperar que el estirón de los tres gigantes regionales ejerza un poder tractor sobre el resto y redunde en una expansión mayor del resto del bloque. Pero las buenas noticias se quedan ahí: en 2022 las previsiones solo mejoran mínimamente para Brasil, que crecerá un 2,7% (0,5 puntos más de lo proyectado hasta ahora), mientras que para México y Argentina empeoran en cuatro décimas y en 2,5 puntos, hasta el 3% y el 2,1% respectivamente.
Proyecciones de la OCDE
Crecimiento del PIB en % y variación respecto a la anterior proyección (diciembre de 2020)
El plan de estímulo de Biden, viento de cola para MéxicoEl nuevo Gobierno estadounidense, presidido por el demócrata Joe Biden, regará la economía con 1,9 billones de dólares (1,6 billones de euros, casi dos veces el PIB mexicano y una vez y media el PIB español) para tratar de sacarla del letargo inducido por las medidas de contención del virus. Es una cifra tan importante que tendrá efectos para el resto del mundo. Y México, junto con Canadá el país más estrechamente vinculado a Estados Unidos en lo económico, obtendrá un potente viento de cola para tratar de salir de la crisis: ambos países lograrán un impulso de entre medio y un punto porcentual entre mediados de este año y principios del que viene, según los cálculos elaborados por los técnicos de la OCDE.
Mucho más modesto será el impulso del plan Biden sobre la eurozona y China, donde el crecimiento del PIB se acelerará entre un cuarto de punto y medio punto, mientras que los propios EE UU verán acelerada su economía en entre tres y cuatro puntos. Si en la era Trump, un presidente que llegó a la Casa Blanca con un belicoso discurso antimexicano, su vecino del sur ha llevado la peor parte, ahora sus lazos con una de las economías que más rápido se recuperarán le granjeará un importante beneficio colateral. Las tornas han cambiado.