En Lima 2019 la cifra de voluntarios ha sido todo un récord. Poco más de 19 mil personas diariamente apoyan a todas las áreas de los Juegos Panamericanos en cada una de las instalaciones de la capital peruana, y las aledañas coladas fuera de la ciudad.
El voluntariado siempre ha sido parte clave de los Juegos. Desde Centroamericanos, pasando por los Pana y claro está en Olímpicos. Podría decirte que ellos son el alma de la fiesta, sin su valioso apoyo nada seria posible.
Muchos de esos voluntarios se inscriben con la intención de vivir la fiesta deportiva sin pagar un centavo, y a cambio prometen apoyar en diversas tareas. Es normal que cada uno de ellos presuman sus acreditaciones llenas de 'pines' que les regalan las diversas delegaciones. Eso, y una foto con el deportista de moda es su mejor regalo.
Pero de vez en cuanto aparecen historias como la de Mariana Arceo. Hoy ganadora de oro en pentatlón moderno y quien ya amarró su pase a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
De Guadalajara, Jalisco, Mariana fue parte del voluntariado de los Juegos Panamericanos de su ciudad en el 2011. En ese momento ella ya practicaba el pentatlón, pero no tenía ni la más remota idea de sus alcances.
Guadalajara 2011 le sirvió como un impulso. Con 17 años en aquella justa deportiva Mariana veía a los deportistas desfilar en cada una de las pruebas. Ahí se fijo una meta: ser como ellos, alcanzar sus sueños y pelear una medalla.
Años más tarde, como ocurre en las películas, Arceo ha dado muestras de que todo el esfuerzo ha valido la pena. Perderse de cumpleaños, reuniones, sacrificar viajes familiares, y entrenar muy duro, ha sido parte del sacrificio.
Como ella hay otros ejemplos de atletas que en sus años de juveniles formaron parte del voluntariado de Juegos Panamericanos o Centroamericanos. Y es que al final ver a las grandes figuras los motivaron para un día igualarlos.