NUEVA YORK — El acuerdo anunciado requiere que Johnson & Johnson realice una serie de pagos a lo largo de nueve años para cubrir el total. La compañía farmacéutica acordó además poner fin a la fabricación y distribución de opioides en Nueva York y el resto del país, dijo la fiscal general Letitia James en una declaración.
La compañía “ayudó a alimentar este fuego, pero hoy se compromete a dejar el negocio de los opioides, no solamente en Nueva York, sino también en todo el país”, dijo James.
El acuerdo sobre una demanda presentada por James en 2019 retira a Johnson & Johnson de un juicio que comenzará la semana próxima en Long Island, parte de una serie de litigios por una crisis vinculada con casi 500.000 muertes en Estados Unidos durante las últimas tres décadas.
Johnson & Johnson dijo en una declaración que el acuerdo “no es una admisión de responsabilidad ni de un delito por parte de la compañía”.
Aseguró que sus acciones “relacionadas con la mercadotecnia y la promoción de analgésicos por prescripción importados fueron apropiadas y responsables”.
El acuerdo es el acontecimiento más reciente en el complicado universo de las demandas relacionadas con opioides en Estados Unidos, que ha sido comparado con las demandas entabladas en muchos estados contra las compañías tabacaleras en la década de 1990. Refleja un sendero tomado por algunas grandes compañías farmacéuticas que ven en esos arreglos como su mejor opción, en parte porque eso no costaría tanto como perder repetidamente en las cortes.
Johnson & Johnson —junto con los distribuidores AmerisourceBergen, Cardinal Health y McKesson— anunciaron el año pasado que estaban ofreciendo un total de 26.000 millones de dólares durante 18 años para resolver todas las causas que enfrentan, con lo que el dinero será usado para combatir la crisis.