BRUSELAS
Los líderes de la alianza se reunían el lunes “en un momento decisivo para nuestra alianza, y hoy abriremos un nuevo capítulo en nuestra relación transatlántica”, dijo Stoltenberg.
El secretario general hizo esas declaraciones antes de presidir la primera cumbre de la OTAN con Joe Biden como presidente de Estados Unidos.
La OTAN tuvo cuatro años accidentados durante el mandato del expresidente Trump. Muchos aliados confiaban en que Biden les diera garantías de que Estados Unidos les apoyará en caso de conflicto.
Stoltenberg señaló que los mandatarios también quieren reafirmar la “estrategia de dos vías” de la OTAN con respecto a Rusia, que incluye disuasión militar, como el despliegue de tropas aliadas en los países bálticos y Polonia, además de diálogo.
Tras una serie de reuniones en Bruselas, algunas de ellas con líderes de la Unión Europea, Biden se dirige a Ginebra para reunirse el miércoles con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Stoltenberg restó importancia al nivel de tensiones con China, aunque dijo que la OTAN debería adoptar una postura más firme con Beijing.
“No estamos entrando en una nueva guerra fría y China no es nuestro adversario, no es nuestro enemigo. Pero debemos abordar juntos como alianza los desafíos que supone el auge de China para nuestra seguridad”.