LONDRES
Se esperaba que el acto, uno de los más importantes del año en la agenda de la reina, de 95 años, fuera su primera aparición pública después de varios eventos cancelados estas semanas por recomendación médica.
“La reina, que ha sufrido una lesión en la espalda, ha decidido esta mañana con gran pesar que no podrá asistir al servicio del Domingo de Recuerdo de hoy en el Cenotafio”, dijeron las autoridades en un comunicado, horas antes de la ceremonia. “Su majestad está decepcionada de perderse el servicio”.
La reina pasó una noche en un hospital de Londres el mes pasado al que había acudido para hacerse pruebas. Fue su primera estancia en hospital en ocho años. El palacio indicó el 29 de octubre que se le había recomendado descansar durante dos semanas. La jefa de Estado canceló sus planes de asistir a la cumbre climática de Naciones Unidas en Glasgow, Escocia, pero envió un mensaje en video.
El Palacio de Buckingham había dicho el jueves que Isabel tenía previsto seguir la ceremonia en el Cenotafio del centro de Londres desde un balcón, como ha hecho durante varios años.
La reina sirvió como conductora militar y mecánica durante la II Guerra Mundial y da una gran importancia a la celebración del Domingo de Recuerdo, una ceremonia solemne en memoria de los sacrificios de los militares caídos. La fecha, que se realiza tras el Día del Armisticio el 11 de noviembre, suele conmemorarse con enseñas de amapolas y el cumplimiento de dos minutos de silencio a las 11 de la mañana.
Otros miembros de la familia real y políticos lideraron la ceremonia en el Whitehall de Londres, donde cientos de militares y veteranos formaron en torno al Cenotafio. Era la primera vez que el acto se celebraba con normalidad desde el inicio de la pandemia.
Después de que la infantería de marina tocara “The Last Post”, el príncipe Carlos, de 73 años, colocó la primera ofrenda floral en nombre de la reina, como ha hecho los últimos años. Le siguieron otros miembros de la familia real y el primer ministro, Boris Johnson.
La reina ha seguido trabajando desde casa y realizado tareas de despacho durante su periodo de reposo. Ha pasado la mayor parte del tiempo en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres, y visitó durante el fin de semana Sandringham, la propiedad de la familia real en el este de Inglaterra.
Isabel, la monarca británica más longeva y que más tiempo ha gobernado, tiene previsto celebrar su Jubileo de Platino -70 años en el trono- el año que viene.