Fuerzas toman la mezquita destruida
Irak declara fin de ‘falso califato’. Últimos días de lucha
Fuerzas toman la mezquita destruida
Mosul, Irak Fuerzas iraquíes tomaron el jueves por la tarde el complejo de la emblemática mezquita Al-Nuri de Mosul, destruida la semana pasada por el grupo extremista Estado Islámico. El edificio era un lugar de gran simbolismo donde el líder de la milicia radical declaró un “califato” islámico hace casi tres años. La incursión coincide con avances de las tropas iraquíes sobre el último barrio controlado por el grupo extremista en Mosul, la llamada Ciudad Vieja, un populoso vecindario al oeste del río Tigris. Allí se alzaba junto a la mezquita el minarete Al-Hadba, del siglo XII. Es también el lugar en el que los combatientes del grupo EI están plantando su última batalla, en lo que se espera sean los últimos días de la lucha por Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak. Las fuerzas especiales entraron en el complejo de la mezquita y tomaron el control de las calles circundantes tras una incursión en la zona, según indicó a The Associated Press el teniente general del cuerpo de elite Abdul Wahab al-Saadi. Las tropas iraquíes se han abierto paso hasta el distrito dejando a su paso un reguero de casas dañadas y destruidas, en medio de un paisaje de devastación en el que el hedor de los cuerpos en descomposición se eleva desde los escombros. La ofensiva del jueves se produjo más de una semana después de que las fuerzas iraquíes lanzaran la operación para recuperar las últimas partes en manos de los extremistas del casco viejo, un vecindario de estrechos callejones y densos grupos de viviendas. Tomar la mezquita es una victoria simbólica. Fue desde su púlpito donde el líder del grupo EI, Abu Bakr al-Baghdadi, declaró en julio de 2014 un autodenominado “califato” en los territorios que controlaba la milicia en Siria e Irak. Funcionarios iraquíes y de la coalición internacional que lidera Estados Unidos afirman que el grupo EI destruyó el edificio con explosivos, mientras que el grupo armado acusa a la coalición de destrozarla con un ataque aéreo. Tras meses de combates, el control del grupo EI en Mosul se ha reducido a menos de dos kilómetros cuadrados (0,8 millas cuadradas) de territorio, pero los avances se han cobrado un alto precio en las fuerzas iraquíes. “Hay cientos de cuerpos bajo los escombros”, dijo el mayor de las fuerzas especiales Dhia Thamir, desplegado dentro de la Ciudad Vieja. Añadió que todos los cuerpos que habían quedado en la ruta de las fuerzas especiales eran de combatientes del grupo EI. El mayor general de las fuerzas especiales Sami al-Aridi admitió que algunos civiles han muerto en ataques aéreos y de artillería en la lucha por la Ciudad Vieja. “Por supuesto que hay daños colaterales, siempre es así en la guerra”, dijo. “Las casas son muy antiguas”, señaló, refiriéndose a la Ciudad Vieja, “de modo que cualquier bombardeo hace que se derrumben por completo”. Al-Aridi indicó que despejar el recinto de la mezquita requerirá equipos especializados de ingenieros porque probablemente los combatientes del grupo EI lo habían llenado de explosivos. En Bagdad, la televisora estatal anunció la captura de la mezquita con un mensaje de texto en la pantalla.