Bancas, tramos de banquetas, malla ciclónica en buena cantidad, se han derrumbado y caído a las turbias y peligrosas aguas del afluente, pero ninguna autoridad hasta el momento ha implementado un programa de rescate de la obra que fue ejecutada con recursos aportados por PEMEX.
Uno de los pocos paraderos de transporte público con que cuentan las deterioradas instalaciones, está también a punto de caer al vacío.
Recientemente, se repavimentó la avenida Tiburcio Garza Zamora desde el puente vehicular ubicado a la altura de la Herón Ramírez hasta llegar al cruce cuatro, de la calle Río Mante Sur.
Sin embargo, ni un ‘cariñito’ se le ha hecho hasta el momento al parque lineal aún cuando es urgente que sea sometido a un amplio programa de rehabilitación, lugar al que pese a los destrozos que presenta, hay quienes caminan, corren o trotan como forma de ejercitarse.
Hay quienes piden que sea tomado en cuenta porque forma parte de la estructura municipal, además de que con ello se le brindaría mayor seguridad a quienes aún lo visitan.
El deterioro de las instalaciones continúa pero nadie se preocupa por mejorarlas.