Inoperantes, 7 gasoductos

Coloca AMLO en la mira a las empresas IEnova, Carso y TransCanada

Un intrincado programa de contratos para la construcción de gasoductos que beneficia a empresas energéticas, directorios plagados de exfuncionarios públicos ligados con grupos de poder, asociaciones adicionales con empresas implicadas en escándalos de corrupción y, finalmente, un costo estimado en 16 mil millones de pesos para este año, han desatado un nuevo debate nacional. La mañana del lunes 11, el presidente Andrés Manuel López Obrador abordó en su habitual conferencia las condiciones en las que se encuentra la Comisión Federal de Electricidad (CFE), destacadamente en relación con siete gasoductos operados por particulares, a quienes se les paga sin que sus obras operen, con lo que colocó en la mira a las empresas IEnova, Carso y TransCanada. A dichas empresas se suma Fermaca, beneficiaria de dos de los gasoductos aludidos por el mandatario. La relevancia de esta firma surgió cuando el presidente anunció que daría a conocer los conflictos de interés del presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Guillermo Ignacio García Alcocer, quien negó haber incurrido en irregularidades y tener relación con las adjudicaciones de gasoductos.  Ante la advertencia del presidente, García Alcocer reveló el viernes 15 que su primo político, Santiago García Castellanos, dirige una filial de Fermaca. El fenómeno de las “puertas giratorias” (revolving doors), como se conoce el paso de servidores públicos al sector privado y viceversa, continuó por segunda semana en la discusión pública sobre el sector energético, particularmente en el rubro de electricidad, pues las empresas aludidas utilizan dicho patrón. El consejo de administración de IEnova, poseedora de dos de los siete gasoductos inactivos, lo preside Carlos Ruiz Sacristán, director de Pemex en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y secretario de Comunicaciones y Transportes en el de Ernesto Zedillo.  La directora general de la firma es Tania Ortiz Mena, prima de la actual secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González Blanco Ortiz Mena, cuya relación familiar fue expuesta por este semanario (Proceso 2198). La funcionaria hizo pública su declaración de conflicto de interés el martes 12. En la misma edición de Proceso se dio a conocer también que González Blanco había designado subsecretaria de Planeación y Política Ambiental a Katya Puga Cornejo, quien durante el periodo de transición se encargó de planear la consulta indígena para la construcción del Tren Maya. Hasta 2017 Puga Cornejo se desempeñó como responsable de consultas en la Secretaría de Energía peñanietista. La subsecretaria ha sido señalada por comunidades que consiguieron amparos contra los gasoductos como la responsable de amañar las consultas, particularmente en el caso del gasoducto Guaymas-El Oro, uno de los que el gobierno de López Obrador señaló como inconcluso y con un costo no devengado con un servicio. La integración de políticos y exfuncionarios en los directorios, así como de relaciones familiares, es el común denominador de las empresas aludidas. Por ejemplo el Grupo Carso, en su filial energética adjudicataria del gasoducto Samalayuca-Sásabe, tiene en su consejo de administración mayoritariamente a familiares y socios de Carlos Slim, entre ellos a Arturo Elías Ayub, yerno del magnate pero también hermano de Alfredo, quien fue director de la CFE con los presidentes Zedillo, Fox y Calderón. El conglomerado mantuvo en su consejo de administración a Fernando Solana Morales, político priista de la vieja guardia, fallecido en 2016, quien en el sexenio de Carlos Salinas fue canciller hasta 1993, cuando se le designó secretario de Educación Pública hasta el fin de la administración. En tanto, TransCanada, poseedora de tres de los gasoductos parados (uno en asociación con IEnova), tiene en su directorio a Francisco Labastida Gómez de la Torre, hijo del excandidato presidencial y exsenador priista Francisco Labastida Ochoa.  La mañana del lunes 11, López Obrador anunció su intención de negociar con las mencionadas firmas a fin de modificar lo que llamó “contratos leoninos”, pues sin haber concluido los gasoductos que se les contrataron, reciben pagos que podrían llegar este año a los 16 mil millones de pesos, como detalló Manuel Bartlett- Díaz, director de la CFE.Las ironías transexenales>El 14 de agosto de 2013, con las campanas al vuelo por el avance en las reformas estructurales que surgían del llamado Pacto por México, el entonces presidente Enrique Peña Nieto presentó con su secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, la “estrategia de suministro de gas natural”. > Dijo el entonces mandatario: “Es una ironía que siendo México un país tan rico, especialmente en gas, tengamos que importar una tercera parte de la demanda que hay en el país”. Y urgió a la aprobación de la Reforma Energética.