BARCELONA — Las altas temperaturas y los fuertes vientos avivaron las llamas en la zona rural ubicada a 100 kilómetros (62 millas) al oeste de Barcelona. El incendio estalló el sábado por la noche.
Unos 300 bomberos, incluidos miembros de la unidad de emergencias del ejército, combatieron el incendio que envió enormes columnas de humo al cielo, tratando de impedir que avanzara a zonas habitadas. Veintiocho niños y 14 cuidadores fueron evacuados de un campamento de verano aledaño como medida de precaución.
El Consejero de Interior regional, Joan Ignasi Elena, dijo que las labores se vieron complicadas por el terreno montañoso, que limita el acceso a las unidades terrestres. Aviones y helicópteros se encargaron de arrojar agua sobre las colinas en llamas.
Las autoridades pidieron a los agricultores de la zona que limpiaran sus campos de cultivos que pudieran alimentar el fuego.
“Estamos en un momento crítico”, dijo el presidente regional de Cataluña, Pere Aragonès. “Debemos evitar cualquier comportamiento arriesgado que pueda obligarnos a desviar recursos a otras emergencias”, añadió.