El nuevo edificio de salidas y llegadas de 43 mil metros cuadrados consta de dos volúmenes, el primero se define por su techo de madera y el segundo volumen se distingue por su color azul.
El techo está hecho de unidades de madera prefabricadas. Las formas fluidas de las tablas de abeto que se asemejan a las líneas de contorno convierten el techo en una versión invertida de un mapa tridimensional que lleva los pensamientos de los pasajeros hacia la dirección a la que se dirigen: el cielo sobre la pista.
Además de las salas de salidas y llegadas, el edificio contiene un centro de viajes multimodal y las áreas de control de seguridad, aduanas y reclamo de equipaje.
Como el nuevo edificio se conecta directamente con el antiguo edificio de la terminal 2 del aeropuerto, sigue la lógica tradicional de separar los flujos de pasajeros que salen y llegan en diferentes niveles.
El proyecto comenzó con un concurso de diseño lanzado en 2016, y se construyó de acuerdo con los estándares BREEAM Excelence.