El gobernador de Texas, Greg Abbott, creó un “muro de acero” con vehículos. Envió una flota de automóviles estatales para alinearse durante kilómetros como una barricada a lo largo de la frontera con México. La valla estaba destinada a evitar que los migrantes cruzaran la presa, dijo Abbott.
En un comunicado, dijo que “un día había innumerables personas que cruzaban la frontera, luego el DPS (Departamento de Seguridad Pública) colocó todos estos vehículos y, de repente, la gente dejó de cruzar la frontera en este lugar. Esa estrategia está funcionando”.
Abbott dijo el martes que la principal autoridad del condado le reveló que el conteo más reciente del asentamiento en Del Río era de unas 8 mil 600 personas.
“No hacer cumplir las leyes que existen en Estados Unidos conduce al caos y el caos conduce a la inhumanidad”, comentó Abbott el martes en una conferencia de prensa desde Del Rio.
| Los autobuses, arriba, llegan para recoger a los migrantes, en su mayoría de Haití, en un campamento a lo largo del Puente Internacional Del Río.
VIAJA A NY AFORTUNADO ENTRE MILES
Alrededor de 200 migrantes fueron liberados el lunes en Del Río. Unos 50 de ellos, en su mayoría haitianos y muchas mujeres embarazadas o con niños pequeños, abordaron un autobús rumbo a Houston, desde donde se trasladarían vía aérea a distintos puntos del país. El colectivo Val Verde Border Humanitarian Coalition organizó el alquiler del autobús y les entregó a los inmigrantes un almuerzo con sándwich y galletas.
Después de llegar inicialmente con su familia a San Antonio, Veillard espera que eventualmente pueda llegar a la ciudad de Nueva York para vivir con su hermana. Aceptará cualquier trabajo que pueda encontrar para mantener a su creciente familia.