Joanna Hogg sintió el impulso de hacer una película sobre la relación que entonces se desarrollaba con su primer amor, un adicto a la heroína, en un momento traumático y formativo que coincidió con su paso a la adultez como cineasta en 1979.
En ese entonces no se sentía capaz de abordar algo tan ambicioso y personal. Su carrera se desvió a la televisión y apenas cuando cumplió 47 años Hogg regresó resueltamente al cine. Después de hacer tres largometrajes que tuvieron buena acogida, sintió que finalmente estaba lista.
DOS PARTES
El resultado, “The Souvenir”, que realizó en dos partes y filmó con dos años de separación, es una maravilla. La obra sublime de memoria y autobiografía, cuya segunda parte se estrena en cines el viernes, captura a una cineasta magistral que usa toda su habilidad acumulada para revisitar su vida temprana a medio formar como una joven cineasta encontrándose a sí misma.
“Me sorprendió al realizar estas dos películas cómo recordaba más de lo que pensaba”, dijo Hogg en una entrevista reciente desde Londres. (Su ventana de Zoom decía “Fellini”). “A veces sólo se trata de enfocarse en ese punto en particular en el tiempo y luego surgen las cosas. No hubiera dicho eso antes del proceso porque no creía que fuera posible. Pensé que uno recuerda lo que recuerda, que no hay forma de recuperar una memoria”.
CINE POÉTICO
Tilda Swinton, quien coprotagoniza ambas películas como la madre de Julie (Byrne es la hija de Swinton en la vida real), es amiga de Hogg desde hace mucho tiempo. Incluso protagonizó el proyecto final de Hogg como estudiante de cine. La recuerda hace cuatro décadas tomando notas detalladas y fotografiando las vistas desde sus ventanas, a modo de preparación para una futura película teórica. Swinton describe “The Souvenir” como “un faro en un nuevo tipo de cine poético”.
“Cuando pienso en estas películas, me recuerda ese sentido en el que el proyecto del cine es el de un desafío al tiempo”, escribe Swinton en un correo electrónico.
“Se requiere tener gran corazón y valor y ser tan honesto como ella acerca de las personas, y para brindarles a sus colegas el apoyo para ser tan abiertos como sus películas exigen que seamos todos”, continúa Swinton. “Es un buen camino y, como lo son los más embarrados, es a la vez inexpugnable, puro y también sólidamente conectado a tierra”.
Las dos partes de “The Souvenir” han recibido críticas excelentes, desde el Festival de Cine de Sundance hasta los de Cannes y Nueva York de este año. Algunos de sus admiradores más fervientes son los cineastas. Martin Scorsese es uno de sus productores ejecutivos.
UNA EPOPEYA
“Creo que ‘The Souvenir Parts I & II’ es una epopeya, a una escala completamente humana”, dice Scorsese en un correo electrónico.
Si bien Scorsese recuerda haber corrido para hacer su primera película antes de los 25 años (la misma edad que tenía Orson Welles cuando hizo “Citizen Kane”), reconoce una trayectoria diferente en Hogg.
Al conjurar su propia entrada al séptimo arte, Hogg también ha guiado a Byrne en sus primeros pasos en el cine. A pesar de crecer en sets de películas, “The Souvenir” marca el debut de Byrne, de 24 años. Hogg, insatisfecha con cada actriz que audicionó para el papel, la eligió apenas dos semanas antes de comenzar la primera parte, cuando Byrne tenía 19 años. La evolución de Julie es también la de Byrne.
UNA OBSESIÓN
Por mucho que “The Souvenir” fue una obsesión por recapturar un pasado lejano, Hogg ya siente que estas películas se van alejando de ella. Ahora son también un recuerdo difícil de recuperar fácilmente.