Washington, DC.
Kamala Harris pasó a la historia el sábado como la primera mujer negra elegida vicepresidente de Estados Unidos, rompiendo barreras que han permitido que hombres —en su mayoría blancos— ejerzan exclusivamente los puestos más altos de la política del país durante más de dos siglos.
La senadora por California de 56 años, a la vez la primera persona de ascendencia surasiática que llega a la vicepresidencia, representa el multiculturalismo que define a Estados Unidos pero que está ausente en gran medida de los centros de poder en Washington. Su identidad negra le ha permitido hablar en términos personales sobre un año de ajuste de cuentas con la brutalidad policial y el racismo sistémico. Siendo la mujer que ha alcanzado el puesto por elección popular de mayor rango en la historia del gobierno estadounidense, su victoria da esperanzas a las mujeres frustradas por la derrota de Hillary Clinton hace cuatro años.
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