La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, lanzó el martes una dura crítica a China por sus incursiones en el Mar de la China Meridional y advirtió que sus acciones en la zona equivalen a “coacción” e “intimidación”, al tiempo que afirmó que Washington respaldará a sus aliados en la región frente a los avances de Beijing.
“Sabemos que Beijing continúa coaccionando, intimidando y reclamando la gran mayoría del Mar de la China Meridional”, dijo en un importante discurso de política exterior en Singapur en el que presentó la visión del gobierno del presidente Joe Biden para la región Indo-Pacífico. “Las acciones de Beijing siguen socavando el orden basado en las normas y amenazan la soberanía de las naciones”.
Harris, que realiza una gira de una semana por el sudeste asiático, declaró que Estados Unidos “apoya a nuestros aliados y socios” frente a las amenazas de China.
El discurso buscó cimentar el compromiso estadounidense de respaldar a su aliados en una zona de creciente importancia para el gobierno de Biden, que ha hecho de contrarrestar la influencia de China en el mundo uno de los pilares de su política exterior. Y se produjo en un momento crítico para Estados Unidos: la Casa Blanca busca solidificar su giro hacia Asia mientras el enfoque de décadas en Oriente Medio llega a su fin con su caótica salida de Afganistán.
Harris subrayó este cambio calificando la región como “de importancia critica para la seguridad y prosperidad de nuestra nación”. La vicepresidenta dijo que aunque Washington sigue centrado en cerrar su compromiso con Afganistán evacuando a la mayor cantidad de gente posible, “es también imperativo que mientras abordamos los acontecimientos en una región, sigamos promoviendo nuestros intereses en otras, incluyendo esta”.
Su reprimenda a Beijing son sus comentarios más duros hasta la fecha sobre el enemigo de Washington. Y China respondió: el vocero del Ministerio de Exteriores, Wang Wenbin, invocó a Afganistán en su respuesta a una pregunta sobre las declaraciones de la vicepresidenta y afirmó que su retirada de Kabul demostró que el país ha perdido credibilidad. Washington “puede desprestigiar, reprimir, coaccionar e intimidar a otros países a su voluntad para mantener a Estados Unidos primero sin pagar ningún precio”, apuntó.
“Este es el orden que quiere Estados Unidos. Estados Unidos siempre intenta utilizar las leyes y el orden para justificar su propio comportamiento egoísta, intimidatorio y hegemónico, pero ¿quien le cree todavía?”, añadió Wang.
Pero Harris fue cauta al enfatizar que Estados Unidos está buscando un mayor compromiso en la región no solo para contrarrestar a China, sino para promover la “visión optimista que tenemos para nuestra participación y asociación en la región”. En deferencia a la firme neutralidad de Singapur en la disputa entre las dos potencias, Harris afirmó que la Casa Blanca no busca “hacer que nadie elija entre países”.
En su discurso en un país que sirve de base para la presencia naval estadounidense en el sudeste de Asia, Harris resaltó la importancia de la región para la defensa de Estados Unidos. También destacó los importantes lazos económicos del país en la zona, que es su cuarto mayor mercado de exportación.
Tras su discurso del martes, Harris participó en una mesa redonda con lideres empresariales sobre la cadena de suministro. Más tarde tiene previsto viajar a Vietnam, donde el miércoles se reunirá con las principales autoridades.