Personal de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) de la fiscalía general del estado de Sonora (FGE) encontró, el pasado 19 de septiembre, restos óseos de al menos seis personas, así como prendas de vestir y otros objetos en una fosa clandestina dentro del rancho El Chichiquelite que podrían corresponder a las 10 personas reportadas como desaparecidas en julio pasado, de las cuales siete pertenecen a la etnia Yaqui.
De hecho, familiares directos de los desaparecidos reconocieron ayer de manera visual ropa de vestir, pulseras, una memoria USB y hasta un rifle de la Guardia Tradicional Yaqui durante una reunión que sostuvieron con la fiscal Claudia Indira Contreras en las instalaciones del laboratorio de Inteligencia Científica Forense (CIF).
Sin embargo, la funcionaria explicó que, para considerar concluyente la identificación, esperan los resultados de las pruebas de ADN, comparativa Genética, entre otros análisis forenses
Del análisis forense realizado hasta ahora a los restos encontrados en la fosa clandestina, se desprende que las extremidades superiores o cráneos no presentan impacto balístico, por lo que las autoridades ministeriales descartaron de antemano que las víctimas hayan recibido el tiro de gracia o fusilados.
“La probable causa de muerte se conocerá una vez que concluyan los peritajes médicos”, explicó la fiscal a las familias durante el encuentro en el que dio a conocer los avances de la investigación.
En la relatoría de hechos, la fiscal comentó que desde el pasado 15 de julio, cuando se recibió la primera denuncia, personal de la FGJE inició la búsqueda de las personas Artemio, Benjamín, Martín, Braulio, Fabián, Leocadio, Juan Justino, Eladio, Gustavo y Fabián.
De entonces a la fecha, dijo, se han realizado 59 operativos de búsqueda en una extensión aproximada de 80 mil hectáreas de terreno, en el polígono comprendido entre los municipios de Guaymas y Cajeme.