Agentes de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales, desplegados en el área del Casco de Santo Tomás y de las avenidas De los Maestros y México-Tacuba, informaron de manera puntual sobre la represión de que fue objeto la marcha estudiantil del 10 de junio de 1971. Sus reportes, transmitidos en promedio cada 10 minutos, quedaron consignados en escuetas fichas informativas que muestran de manera clara la responsabilidad del grupo paramilitar Los Halcones y la complicidad de los cuerpos policiacos en los hechos sangrientos de aquel Jueves de Corpus.
A las 17:10 horas “los estudiantes que iniciaron la manifestación van sobre la Avenida de los Maestros lanzando porras a la Universidad y al Politécnico, y gritando ‘Echeverría buey’”, al tiempo que “contingentes de aproximadamente 5 mil personas se dirigen hacia la calzada México Tacuba”.
En ese mismo momento, pero en la calle Díaz Mirón y Avenida de los Maestros, “un grupo de 15 granaderos armados con fusiles y bombas lacrimógenas intentan dispersar al contingente, sin lograrlo y sin llegar a enfrentarse con los estudiantes, quienes continúan su marcha”.
| Los elementos de la brigada de choque portan fusiles M-1 y se ha podido observar unas siete personas heridas.