Hacen galletas... ¡con lombrices!

Un sinfín de ingredientes se pueden utilizar para elaborar galletas, desde café y granola hasta... ¿lombrices?

Bolivia. Sí, en Bolivia decidieron convertir a estos, para muchos, desagradables animales en un suplemento alimenticio a través de deliciosas galletas.Un puñado de lombrices se retuerce en sal y agua, hasta morir. La salmuera para liquidarlas es una de las últimas fases en la producción de galletas con base a este proteínico ingrediente.La técnica Leydi Ríos deposita la mortal mezcla en pequeños recipientes plásticos, donde sumerge a los anélidos, hasta que estos exuden todo su tracto intestinal.En un minuto, las lombrices se retuercen bruscamente. La sal provoca su deshidratación y, el agua, su ahogamiento.Después de este procedimiento las colocamos en hornos, a unos 50 grados (de temperatura) durante una hora. La lombriz sale como charqui (carne seca) y luego pasa a la molienda en licuadoras para obtener la harina, describió Ríos.La pequeña fábrica de galletas Centro Agropecuario Jhesua está en la región de Cochabamba, en el centro de Bolivia.El joven dueño de la compañía, Jesús Orellana, de 26 años, asegura que el procedimiento que se usa para obtener harina es meticuloso, puro y limpio desde la crianza, la recolección y la limpieza intestinal de los gusanos.Listas para el sacrificioLas lombrices seleccionadas son colocadas en recipientes de polietileno para que ayunen, en un primer paso, a limpiarlas. Luego pasan a otro recipiente donde se les alimenta durante varios días con harina de trigo, soja o maíz y, finalmente, con gelatina, para que estén listas para ser sacrificadas.En la fase de alimentación, comen con voracidad. Cada lombriz puede llegar a devorar una cantidad similar a su propio peso durante un día.La fábrica procesa la lombriz roja californiana o de la especie Eisenia foetida, que tiene un diámetro de 3 a 5 milímetros, un largo de 6 a 8 centímetros y pesa aproximadamente 1.5 gramos.Bondades alimenticiasLa elaboración de galleta es una curiosidad y no pretende erradicar hambre ni pobreza. El joven empresario conoció la idea de criar gusanos cuando vio trabajos de lombricultura en 2006, mientras recorría México, en épocas en las que quería ser sacerdote.La harina de lombriz es buena para la salud: mejora la masa muscular, aumenta la actividad cerebral, impide la anemia, es bueno para la diabetes también, asegura el empresario, quien solicitó realizar estudios a la universidad estatal San Simón de Cochabamba.El informe científico de la Facultad de Farmacia y Bioquímica señala que en 100 gramos de harina de lombriz hay un 44.7 por ciento de proteínas, además de calcio, hierro y fósforo.Se han encontrando aminoácidos esenciales (que forman las proteínas) y son vitales para el crecimiento, el sistema inmunológico y la reparación del tejido muscular.