Afuera de las oficinas del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM) en Reynosa, decenas de extranjeros hacen fila para recibir atención médica, por alguna enfermedad crónica o padecimiento temporal.
Además hay mujeres embarazadas que requieren control prenatal.
Personal de la secretaría de salud estatal y de asociaciones se encargan de abrir un expediente y dar seguimiento. “Tratamos de reunir al mayor personal posible para que el trato y diagnostico sea el adecuado, hay quienes requieren revisión general, otros que ya enfrentan algún padecimiento, a veces crónico y que requiere medicamento, mujeres que están embarazadas, que deben llevar un control prenatal previo a su parto, incluso cuando es necesario se les lleva hacía el Hospital General de Reynosa”, explicaron.
Los migrantes que alberga Reynosa provienen en su mayoría de deportaciones desde Estados Unidos, o a través de caravanas con la intención de cruzar.
Al no contar con permisos de estadía temporal, no pueden acceder a la atención médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste).
Por ello es que sus alternativas de valor y control profesional son el acudir a centros particulares, o ser vinculados desde el ITM, secretaría de salud o asociaciones.
“Todos los días llegan migrantes nuevos, algunos deportados, otros en tránsito hacía Estados Unidos, y en estos grupos hay muchas necesidades de salud, además de la pandemia que es otro reto, tratamos de que las brigadas se hagan una o dos veces por semana, aparte promovemos la atención con asociaciones”, señalaron.
Quienes se forman para ser atendidos, pernoctan en las calles, en casas o cuartos de renta, además de la Plaza de la República, que se ubica justo frente al Itm.
En estas jornadas también se promueve la detección y prevención de enfermedades, incluyendo las del ámbito sexual.