Si Pedro (Mauricio Ochmann) se pinta las canas es porque no reflejan la edad de la que se siente, y mucho menos van con su estilo de vida, donde lo único que delata su edad es la pasión con la que canta "Toda la Vida", de Emmanuel.
Su hermano se burla de él porque sale con mujeres mucho más jóvenes, pero nunca se le pasó por la mente que por la diferencia de edad varias podrían ser sus hijas... hasta que conoce a Aline (Fiona Palomo) en la película ¡Qué Despadre!
Porque la veinteañera se presenta con una sonrisa al decirle que él es su padre, fruto de una relación de juventud, lo que desencadena un cambio en la vida de ambos en este filme que hoy tiene su pre estreno en las salas del País.
"Pedro se la pasa bien, es un eterno adolescente, para él los 40 son los nuevos 20 y le sigue dando vuelo a la hilacha, no se quiere responsabilizar de ciertas cosas, quiere seguir con una vida light, un tanto evasiva y no confrontativa de lo que va sucediendo.
"De repente sabe que tiene una hija y es bien bonito que encuentra otro tipo de felicidad que no es de vivir el placer todo el tiempo, sino amando, aprendiendo y creciendo", detalló Ochmann en entrevista.
Pero el proceso no será fácil, pues el soltero empedernido teme aceptar su edad y huír de una vida monótona, algo que sólo podrá ser derribado por la actitud de Aline, inocente y animada.
"Ella pone una máscara de que todo está bien, todo el tiempo fluye, aunque evidentemente le hace falta su papá y saber quién es y quién es ella. Piensa: 'si encuentro a mi papá pueden surgir muchas respuestas'. Eso es súper bonito.
"Aline ve a Pedro y por eso le hace gracia, le da ternura porque sabe quién está detrás de esa imagen. Desde ahí nace esa paciencia para irlo encontrando", explicó Palomo, hija del actor Eduardo Palomo y Carina Ricco.
En la película, dirigida por Pitipol Ybarra, abundan personajes que llevan a situaciones divertidas, incluidos los papás de Pedro, su hermano, sus socios y el doctor encargado de la prueba de paternidad, interpretado por el fallecido Héctor Suárez.
Además, quien le dará cordura y acompañará al protagonista es su estilista, Helena (Sandra Echeverría), quien está tan cómoda en su edad y con ella misma que puede hacerle ver a Pedro lo ridículo del miedo a envejecer.
"Se ha convertido en una psicóloga, sabe que cada vez que él va, va a desembuchar todo lo gris y las telarañas que trae dentro. Es un hombre que sí está muy solo, tiene mucho vacío y es por eso que trata de rellenarlo con chavas y fiesta.
"Es una historia bonita porque mi personaje lo ayuda a pasar por toda esta tormenta y paquetazo que de repente le llega y lo hace madurar de un momento a otro en una comedia que te hace reír de principio a fin", remarcó Echeverría.
ASÍ LO DIJO
"Lo que me gusta de Pedro es que cuando se entera de todo le entra una responsabilidad, quiere acompañarla, estar pendiente y hasta está preocupado por la hija. La película tiene un arco bien bonito".
Sandra Echeverría, actriz.