Fustiga iglesia ‘vacío’ en el caso Ayotzinapa

México, D.F.En su editorial titulado “Vergüenza internacional”, la Arquidiócesis de México considera que los crímenes de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa “destapan el gran vacío del Estado de Derecho” en México.A través de su semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis señala que el informe presentado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) convocado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, resultó demoledor al echar abajo varias de las hipótesis del exprocurador Jesús Murillo Karam“Los expertos independientes han puesto de manifiesto la falta de pericia e ignorancia del personal de la Procuraduría General de la República (PGR)”, dice el editorial.El texto destaca que los crímenes de Iguala destapan el gran vacío del Estado de Derecho y agrega que el informe del GIEI exhibe la gran vulnerabilidad en la que estamos los ciudadanos por la incapacidad y torpeza de las instituciones responsables de la impartición de justicia, ahora dispuestas a analizar detalladamente lo que debieron indagar desde el primer momento de las desapariciones.Si las autoridades federales estaban “profundamente consternadas”, ahora se encuentran profundamente angustiadas ante la más grave crisis delsistema de procuración de justicia en nuestro país, un sistema profundamente descompuesto, viciado y corrupto, un sistema del que la mayoría de los mexicanos desconfía, y nos lleva a la convicción de que en México no existe una verdadera impartición de justicia, consigna el editorial.Destaca además que en tanto se realizan los proyectos legislativos de creación de la Fiscalía General de la República, cuyo titular estará en el cargo por nueve años, diputados y senadores deben analizar con alta responsabilidad la naturaleza y competencia de un nuevo órgano que debería ser creado para la consolidación del bien común y la seguridad jurídica. Desde la experiencia que ha vivido el país, parece del todo inconveniente nombrar a una persona por tantos años para un cargo expuesto al desgaste, y vulnerable ante la incompetencia y corrupción de los miembros de esta diezmada institución.“Nadie tiene derecho a hacer de esta tragedia un botín político; más bien, todos deberían colaborar a fin de que sea posible el esclarecimiento de este brutal crimen y los verdaderos culpables paguen ejemplarmente. Además, este hecho debe servir para hacer una depuración profunda del inoperante y corrupto sistema de justicia que se ha convertido en una vergüenza internacional”, concluye el escrito.