SAN JUAN — Algunos apagones se reportaron en Puerto Rico, donde Luma, la empresa responsable del sistema de transmisión y distribución de la isla, advirtió que todo aquel que dependa de la electricidad para dispositivos médicos vitales debe activar sus planes de emergencia.
“El sistema de transmisión y distribución de energía eléctrica de Puerto Rico sigue siendo muy frágil”, señaló la compañía en Twitter, refiriéndose a la red eléctrica que quedó devastada tras el paso del huracán María en septiembre de 2017.
El vórtice de la perturbación, conocida como posible ciclón tropical seis, se ubicaba 170 kilómetros (105 millas) al sureste de Ponce, Puerto Rico, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Tenía vientos máximos sostenidos de 55 km/h (35 mph) con ráfagas a mayor velocidad. Una tormenta tropical tiene vientos máximos sostenidos de por lo menos 63 km/h (39 mph).
“Lo más importante en el día de hoy es la preparación”, dijo el gobernador Pedro Pierluisi. “No voy a minimizar el posible impacto de este evento. Esperamos mucha lluvia”.
Se emitieron avisos de tormenta tropical para las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Puerto Rico, y los meteorólogos prevén que el sistema se convierta la noche del martes en la sexta tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico.
Pierluisi dijo que las agencias del gobierno cerrarían temprano el martes y las autoridades destacaron que algunas gasolineras cerraron después de haberse quedado sin combustible.
República Dominicana y Haití, así como el sur de Bahamas, podrían recibir el impacto de la tormenta el miércoles. Se pidió a la población de Florida estar atentos a las noticias, aunque aún no estaba claro hacia dónde podría moverse la tormenta durante la semana.
Fuertes aguaceros azotaron partes del este del Caribe por la noche, incluyendo a las islas de Guadalupe y Dominica.
Ha pasado más de un mes desde la última tormenta del Atlántico, el huracán Elsa, pero esta suele ser la época de más actividad en la temporada de huracanes.