CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 10 .- "Tienen que decir todo lo que hemos denunciado", gritaba una señora mientras bajaban por las calles en pendiente.
Eran dos casas grandes las que quedaron bajo las rocas, según los vecinos, quienes dijeron a El Gran Diario de México que posiblemente la lluvia y el sismo del pasado martes pudieron haber afectado más esa zona ya reportada como riesgo.
El señor José Luis dijo que "nada más se escuchó el trancazo y mucha tierra… le dimos la vuelta y escuchamos que estaban gritando, le quitamos las piedras de la cabeza a una señora, les preguntamos que cuántas personas eran y nos dijeron que sólo tres, su hermana, su mamá y ella".
Entre él, su hermano y su sobrino auxiliaron a la señora y vieron que su pierna estaba atorada entre las piedras.
Como pudieron la liberaron y vieron que su cabeza estaba abierta.
"Llegaron los de la Cruz Roja y nos quisieron regañar, nos dijeron que nos saliéramos…"
Pero ellos decidieron seguir auxiliando a la señora, hasta que la liberaron; sin embargo, centímetros abajo, hallaron el cuerpo de otra persona atorada en una loza.
María narró que fue un ruido muy duro y se escuchaba cómo rodaban las rocas, ella, agarró a su hijo, lo tomó en brazos y salió corriendo de su casa porque todo se nubló por la polvareda.
Durante un recorrido por la calle Alpino, vecinos poco a poco se han ido acumulando a la espera de poder ayudar con los trabajos, pero autoridades mantienen cercada la zona.
Sobre las azoteas se puede observar a todas las personas que se asoman para tratar de ver los trabajos.
Ambulancias de Huixquilican, Tlalnepantla, Azcapotzalco y otras entidades se concentran en la zona.
Cadenas humanitarias han reunido, agua, comida, bolsas con ropa, atención a los cuerpos de emergencia.
Todos comentan los mismo: fue un ruido espantoso, luego mucho polvo.