DETROIT — La empresa dijo el martes que la planta de 200.000 pies cuadrados tendrá equipos para diseñar, probar e incluso fabricar a pequeña escala celdas y paquetes de baterías. El laboratorio también desarrollará controles electrónicos y otros componentes a medida que Ford vaya trasladando más procesos a sus propias instalaciones.
Con el tiempo, la empresa quiere fabricar sus propias baterías a gran escala y a nivel mundial, una tarea que ahora realizan sus empresas proveedoras.
Al igual que muchos fabricantes mundiales de automóviles, que se han visto afectados por la escasez de microprocesadores y otros problemas en sus cadenas de suministro, Ford quiere asegurarse de tener suficientes baterías para lo que dice es una transición acelerada a medida que se aleja de los motores de combustión interna.
El director de productos y operaciones de la compañía, Hau Thai-Tang, dijo que los dueños de vehículos eléctricos están pasando de ser “primeros adoptantes” a una mayoría a medida que salen nuevos modelos. Dijo que Ford quiere encabezar esa transición.
“Ahora vemos que el mercado se va a desarrollar muy rápido y tendremos la escala suficiente para justificar mayores niveles de integración”, dijo. “Ya no adoptaremos el enfoque de sólo cubrir nuestras apuestas y planificar en torno a la incertidumbre de qué tan rápido se desarrollará”.
Los cambios se producen mientras la industria automotriz mundial se apresura para controlar mejor sus suministros, incluidos los metales necesarios para fabricar baterías y celdas individuales que forman grandes paquetes de baterías para impulsar hasta 300 nuevos modelos eléctricos que saldrán en los próximos dos años.
Con el nuevo director ejecutivo, Jim Farley, el plan de Ford es un giro de 180 grados frente al camino anterior, de comprar tecnología y baterías a otras empresas. Sin embargo, la automotriz dijo que aún podría asociarse con proveedores, universidades y nuevas empresas en las nuevas tecnologías.