FORT LAUDERDALE, Florida, EE.UU.
Los datos son utilizados por la Asociación de Hospitales de Florida para hacer un seguimiento de los ingresos y la falta de personal. Las cifras también muestran que 2.400 de esos pacientes están en cuidados intensivos.
El lunes hubo 10.389 hospitalizaciones por COVID-19 en el estado.
La nueva cifra superó un récord establecido hace más de un año, antes de que las vacunas estuvieran disponibles. El año pasado, Florida alcanzó su pico anterior el 23 de julio, con 10.170 hospitalizaciones.
Los hospitales de todo el estado han tenido que colocar a los pacientes de urgencias en camas en los pasillos y otros documentan un notable descenso en la edad de los enfermos.
Por su parte, un distrito escolar del sur de Florida —que votó la semana pasada para exigir que estudiantes, maestros y personal usen cubrebocas cuando se reanuden las clases presenciales este mes— dijo ahora que cumplirá con la orden del gobernador Ron DeSantis, que prohíbe tales mandatos, en lugar de seguir la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).
La junta votó unánimemente la semana pasada para exigir que estudiantes, maestros y personal, incluso quienes estén vacunados, usen cubiertas faciales dentro de las escuelas cuando comiencen las clases el 18 de agosto.
La junta de Broward tomó la medida en respuesta a las últimas investigaciones científicas sobre el virus, que indican que, aunque es muy poco probable que una persona vacunada sea hospitalizada o que mueran por COVID-19, aún puede propagar la infección entre quienes no han sido vacunados. Esa conclusión llevó a los CDC a recomendar el “uso universal de mascarillas en interiores para todos los maestros, personal, estudiantes y visitantes de las escuelas K-12, independientemente del estado de vacunación”.
K-12 alude a los grados escolares que van desde el kindergarten hasta el 12° grado, lo que equivale aproximadamente a estudiantes de los 5 a los 18 años.
El gobernador DeSantis ha dicho que los padres son quienes deben decidir si sus hijos usan cubrebocas en la escuela. También afirmó que el brote es estacional, causado por personas que se reúnen en interiores para evitar el calor y la humedad de Florida.