WASHINGTON
Le preguntaron insistentemente sobre las posibilidades de un intercambio de prisioneros que pudiera hacer que sus seres queridos regresaran a casa, pero se les dijo que al final se trataba de una decisión de la Casa Blanca y no algo que el gobierno estadounidense estaba inclinado a hacer. También se desahogaron por la extradición de un asociado del presidente venezolano Nicolás Maduro, una acción que inflamó las tensiones con Caracas y resultó en el regreso a la cárcel de los ejecutivos estadounidenses, que estaban bajo arresto domiciliario.
La reunión, no reportada previamente y descrita por una persona que participó en el encuentro virtual, terminó sin compromisos firmes, pero resaltó las frustraciones acumuladas dirigidas por algunos familiares de rehenes y detenidos hacia el Departamento de Justicia, una agencia que ellos consideran indispuesta a buscar activamente maneras de traer a sus familiares de regreso y tozudamente renuente a la posibilidad de un intercambio de prisioneros.
“La cuestión sigue siendo cómo lograr que el Departamento de Justicia se dedique plenamente al proceso de recuperar a rehenes y personas detenidas erróneamente”, expresó Everett Rutheford, cuyo sobrino, Matthew Heath, está detenido en Venezuela por lo que su familia dice son cargos falsos de armas de fuego. “Y no ha habido una respuesta sobre eso aún, a excepción de decirnos que el presidente puede instruirles hacerlo”.
El Departamento de Justicia no es considerado usualmente una agencia clave en asuntos de rehenes. Después de todo, es el Departamento de Estado el que tiene las herramientas diplomáticas a su disposición y es la base del principal negociador de rehenes del país, mientras que el Pentágono tiene la autoridad para lanzar operaciones militares para liberar a rehenes de su cautiverio.
Los intereses de las tres agencias no siempre coinciden en casos de rehenes, que pueden ser eclipsados por preocupaciones más amplias de seguridad nacional o diplomáticas, o —en el caso del Departamento de Justicia— lo que el gobierno considere que es la mejor manera de hacer que los criminales rindan cuentas.
El Departamento de Justicia dijo en una declaración que reconoce “que las familias son colocadas en una circunstancia extraordinariamente difícil, con un dolor inimaginable” cuando estadounidenses son detenidos injustamente. Dijo que trabaja con otras agencias federales para traerlos de vuelta al país en una manera coherente con la política del gobierno de “no hacer concesiones” en asuntos de rehenes.