Oaxaca, Oax.
Acompañados de amigos y habitantes de la ciudad de Oaxaca, los cinco hijos del maestro Francisco Toledo despidieron este viernes al hijo predilecto de Juchitán, en el patio central del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).
A Natalia Toledo, Laureana, Gerónimo, Sara y Benjamín los acompañaron desde los trabajadores del IAGO que saludaban cotidianamente al pintor, hasta integrantes de las familias más prominentes de México.
Además, asistieron las hermanas del maestro y Trini, su esposa. Todos se reunieron en este espacio vital para el desarrollo cultural de Oaxaca, cuyo inmueble fue donado por Toledo para garantizar su continuidad. Hoy, un patio repleto le da el adiós.
Entre aplausos, los presentes honraron la memoria del artistas oaxaqueño y lo despidieron de forma simbólica, pues la familia no llevó consigo las cenizas al homenaje que se le brinda este viernes en este espacio cultural que fundó en 1988.
A nombre de la familia, Sara, la penúltima de las hijas del maestro, agradeció las muestras de cariño de los presentes y dijo que dicho recinto siempre sería la casa de Toledo.
Desde la noche del jueves, el centro recibió a amigos y seguidores de este icono de Oaxaca, quienes colocaron flores y veladoras en una mesita con la fotografía del pintor zapoteca. Para este medio día, el lugar estaba saturado de coronas de flores tanto en el interior como el exterior.
Las ofrendas floridas llegaron lo mismo de parte de instituciones federales y estatales, así como de artistas e intelectuales del estado y de todo el país.
Al evento convocado por la familia acudieron la fotógrafa Graciela Iturbide, la familia Harp Helú, la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, y el titular del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino, entre otros.