CIUDAD DE MÉXICO
Pepe Carral, como se le conocía, falleció ayer y deja un largo trayectoria profesional de 70 años. A lo largo de sus 25 años como presidente del Club de Industriales, desfilaron no solo los titulares de las principales cúpulas empresariales del país, sino Presidentes de la República y secretarios de Estado para negociar sus respectivas reformas con la Iniciativa Privada. Por ello, el Club se volvió el epicentro de momentos clave para México.
Desde su cargo, a Carral, le tocó ser testigo de todo un poco, desde arduas negociaciones hasta escenas como reciente detención del empresario Alejandro del Valle, dueño de Interjet, quien salió esposado del Club de Industriales. Tuvo una personalidad con diversas facetas que fueron destacadas por las personalidades de la política y del medio empresarial, quienes corrientes políticas aparte, lamentaron su fallecimiento a los 99 años.
La senadora Olga Sánchez Cordero, lo describió como un universitario ejemplar, ícono de la Fundación UNAM. El ex secretario de Hacienda, José Antonio Meade, lo recordó como un reconocido abogado, destacado banquero universal, apasionado tenista y exitoso empresario. En el trato personal, también lo recordaron por su calidez y amistad incondicional, además de su "refinada anfitrionía", como mencionaron Manuel Herrera, ex presidente de Concamin y Gustavo de Hoyos, ex presidente de Coparmex. Ifigenia Martínez, lo consideró un universitario ejemplar, comprometido con las mejores causas y el progreso del país.
El Consejo Coordinador Empresarial afirmó que Carral siempre impulsó el arte y la cultura, así como el intercambio respetuoso de ideas. "Hombre íntegro, promotor del diálogo y que privilegió el aspecto social en el mundo de los negocios", según el CCE. Antes de presidir el Club de Industriales, José Carral desempeñó varios cargos en el mundo financiero como representante en México del Bank of América y vicepresidente del mismo banco por más de 25 años. También fungió como representante en el país de Credit Commercial de France. Fundador y representante de Intermex, banco con sede en Londres. Además de ser consejero en diversas compañías.
Aunque abogado de profesión, declaró en una ocasión que llegó por coincidencia al medio financiero, lo cual combinó con una activa afición musical. De tal forma que llegó a ser miembro del Consejo de la Orquesta Sinfónica de Minería y fue hasta consejero del Club Pumas de la Universidad, cargo que desempeñó seis años, según relató él mismo. Aunque haya tenido estudios de posgrado en las universidades de Nueva York y California, él consideraba que todo se lo debía a la UNAM y por ello siguió comprometido con su Fundación hasta el final.