El fenómeno social que representa ahora la ausencia de turistas y visitantes no esenciales que fueron vetados por espacio de 20 meses a cruzar a los Estados Unidos de América por causa de la Pandemia de Covid 19, se presenta ahora como un dilema insondable que puede tener muchas causas a la fría respuesta por la reapertura a partir del pasado 8 de noviembre.
La festiva reapertura anunciada a mediados de octubre por parte de las autoridades migratorias, provocó que los comercios de Estados Unidos se frotaran las manos, ansiosas de captar mejores ventas con los mexicanos visitantes, empero, ahora la dicha ha mutado en pesadilla ante el desdén que los fronterizos del lado mexicano han dado al levantamiento de las restricciones en los puentes.
Carlos Ávila Durán, analista económico advierte que puede haber varias razones para explicar esa indiferencia:
Consultado por EL MAÑANA detalla que para comprender lo que está ocurriendo actualmente con los accesos desolados de los cruces internacionales, es necesario invocar que 20 meses de restricción de paso, fue demasiado tiempo de espera.
‘’Durante ese largo periodo de tiempo sin cruzar a los EUA, los residentes del lado mexicano se acostumbraron a comprar en México, abrieron opciones comerciales con artículos que compraban al otro lado de la frontera y que ahora están disponibles’’, expresó.
Y agregó:
‘’Abrieron en México muchas franquicias comerciales extranjeras y ahora los resultados ahí están.
También atribuyó la posibilidad real de que, durante este año y medio de cuarentena, muchos residentes fronterizos vieron fenecer la vigencia de sus visas láser y como no había fechas ni citas para servicios migratorios, también es una causa a considerar’’.
“Creo que 20 meses de cerrar los puentes al segmento de mexicanos que compraban y consumían en EUA fue demasiado para ellos, creo que los puentes debieron reabrirse al menos hace unos 6 meses con las mismas disposiciones de seguridad sanitaria que hoy se exigen, pero se fueron al extremo de agotar la paciencia y los mexicanos optaron por consumir y comprar ahora en México”, concluyó.
Carlos Ávila Durán, analista económico.