Expectativas desfavorables afectan a Pymes en México

¿Cómo detectar momentos de incertidumbre económica en nuestras empresas, Pymes y hogares?

gilberto.banda@elmanana.com

Por innumerables razones y en distintos momentos de la historia, México ha enfrentado episodios de incertidumbre financiera y económica.

La mayoría de las veces, estos episodios se derivan de expectativas poco favorables sobre el futuro desempeño de la economía nacional o de la presencia de condiciones que, si bien no anticipan necesariamente desenlaces negativos, por lo menos no permiten tener cierto nivel mínimo de certidumbre sobre el comportamiento que tendrán variables como el tipo de cambio, las tasas de interés, la inflación, los convenios, tratados, o los flujos financieros internacionales y la inversión en el país.

En opinión del catedrático universitario e investigador, Alberto Rodríguez Arellano, algunas de estas variables pueden parecer lejanas para muchas de las personas que vivimos en Reynosa; sin embargo, su comportamiento invariablemente termina por afectar temas y áreas específicas que inciden sobre el presente y futuro bienestar económico de los hogares de esta ciudad y por ende en el país.

¿Cómo podemos prepararnos ante escenarios sobre los cuales tenemos dudas del futuro?

Un primer tema de suma relevancia es vigilar, aún más estrictamente, el nivel y condiciones del endeudamiento que, en lo empresarial, individual y como familia contratamos.

Los episodios de incertidumbre financiera, particularmente cuando se ven acompañados de inflación mayor al promedio, invariablemente afectan los niveles de las tasas que los instrumentos de crédito cobran a las empresas y a las personas.

En los últimos años, producto de condiciones adversas en el escenario internacional y nacional, las tasas de interés en México han crecido de manera significativa hasta alcanzar niveles de casi tres veces las que se tuvieron en el momento más bajo hace poco más de dos años.

Ese crecimiento implica necesariamente que el servicio de la deuda que pagan las familias por créditos contratados crece. Ello resulta particularmente grave tratándose de los créditos, que por su propia naturaleza son los más caros; por ser revolventes, de corto plazo y sin garantía colateral; como son los de las tarjetas de crédito o departamentales.

De ahí la importancia que, en la medida de lo posible, no sólo no se contrate un crédito adicional ni se consuma más el crédito disponible en la tarjeta de crédito, sino que se procure reducir gradualmente el monto adeudado para disminuir la presión que las tasas más altas tienen sobre el servicio de la deuda y, consecuentemente, sobre el ingreso de los hogares.

En momentos de incertidumbre la contratación de productos financieros de endeudamiento de largo plazo (hipotecario o automotriz) requiere una revisión aún más exhaustiva. Un crecimiento de las tasas, en algunos momentos, ha llevado a que las mensualidades sean sumamente difíciles de pagar.

En caso de realizar viajes o pagos denominados en moneda extranjera, típicamente dólares, se debe poner especial cuidado en vigilar cuál es el tipo de cambio al que se contrata la deuda o el que aparece en el momento en que cobra el pago. De la misma manera, para algunos hogares la contratación de ciertos servicios en dólares puede representar un tema de depresión económica.

Algunos seguros denominados en dólares pueden suponer idealmente en el futuro una revaluación del monto de protección, pero en el corto plazo las fluctuaciones al alza del tipo de cambio, pueden implicar fuertes presiones al momento de convertir el pago denominado en dólares a pesos vigentes.

En términos financieros, se recomienda que cualquier producto sólo se contrate en moneda extranjera siempre y cuando exista una justificación plena en términos económicos para tener esa cobertura cambiaria, porque de otra manera, solamente se asume la volatilidad de corto plazo en el pago de los flujos presentes.

Es fundamental entender que lo que puede ser percibido como incertidumbre que únicamente afecta a grandes grupos financieros termina invariablemente por incidir en las condiciones económicas y financieras de los hogares.