ASHKELON, Israel
Olmert es parte de un grupo de exlíderes y jefes de seguridad israelíes que han encontrado nuevas carreras en la controlada industria de la marihuana medicinal en el país. Ellos esperan no solamente aprovechar el mercado local, sino también despejar la vía para que los mayores productores del país puedan exportar.
“Todo va a cambiar drásticamente de la noche a la mañana si hay legalización”, dijo Olmert, asesor de la compañía Univo, en declaraciones a The Associated Press. Solamente en Israel, dijo, “el mercado sería ilimitado, sería enorme”.
Israel es uno de los líderes mundiales en consumo de marihuana medicinal y la posesión de marihuana fue despenalizada. Pero persisten severas regulaciones a los estudios, cultivo, proceso, distribución y venta de cannabis. Esos controles, dicen muchos, han impedido convertir la producción nacional en una importante fuente de ingresos.
Más de 100.000 israelíes tienen permisos para consumir marihuana medicinal, de acuerdo con el Ministerio de Salud, un aumento de 16 veces en una década. EL auge se debe en gran parte a una reforma que entró en vigor en el 2019 y que hizo más fácil para los médicos prescribir cannabis a personas que sufren dolores crónicos, cáncer, epilepsia, TEPT y otros padecimientos.
El consumo de marihuana medicinal en Israel creció a 43 toneladas métricas el año pasado, de 28,5 millones de toneladas en el 2020, de acuerdo con el ministerio de Salud. El mercado interno fue valuado en alrededor de 264 millones de dólares en el 2021, unos 7 millones de dólares menos que el de Europa, de acuerdo con Prohibition Partners, un analista de la industria.
Pese a las numerosas compañías israelíes que producen marihuana medicinal, Israel importa más de la mitad de lo que consume.
Golan Bitton, director general de Univo, dijo que gran parte de la marihuana producida localmente es de baja calidad y no satisface las expectativas de los consumidores israelíes.
“El consumidor israelí es muy selectivo”, dijo Britton, ex miembro de las fuerzas especiales.
Dijo que el año pasado su compañía tuvo que incinerar alrededor de 600 kilogramos (1.300 libras) de cannabis que no satisfizo los requerimientos. Univo comenzó a importar marihuana del gigante canadiense Tilray para compensar.
“Realmente pienso que no hay razón, excepto algunos temores y obsesiones y prejuicios, para impedir la legalización completa del cannabis”, dijo Olmert.
Ehud Barak, otro expremier, la excanciller Tzipi Livni, el excomisionado policial Yohanan Danino y el exdirector de la agencia de espionaje Shin Bet, Yaakov Pero, son consultores e inversionistas en compañías israelíes de marihuana medicinal.