CIUDAD DE MÉXICO
"Considero que México debería invertir (en la red de ultracongelación), pero no necesariamente tiene que hacerse una inversión inmediata. Más bien lo que está haciendo México es considerar los beneficios potenciales de tener esta vacuna en particular, comparados con otras posibles vacunas, respecto a la inversión y no sólo en términos de dinero, en términos de tiempo y personal que se necesitaría para tener la capacidad de usar la vacuna en un tiempo razonable", indicó. El funcionario dijo que actualmente eso es lo que se está revisando. "Estamos en conversaciones precisamente con Pfizer.
Lo que se firmó hace unas pocas semanas aquí mismo en la conferencia matutina fue una carta de intención respecto a la adquisición de estas vacunas que nos ha dado la ventaja de tener la posibilidad de un acceso oportuno, pero no se han firmado los contratos, y una de las consideraciones importantísimas para firmar contratos dependen de que sea realista la posibilidad de garantizar este sistema de ultracongelación que nos permita llevar en tiempo y forma y con las condiciones adecuadas este producto". Aseguró que México no tiene una red de ultracongelación, como ningún país del mundo.
"Estados Unidos que es el país donde existe esta compañía Pfizer en la que se desarrolló la vacuna, o Alemania, donde hay también una compañía asociada en producir esta vacuna, tampoco tienen una red de ultracongelación. "Si habláramos de una sola dosis o un puñado de dosis quizá esto no sería un reto, porque en cinco días hay tiempo suficiente para distribuirlas y usarlas, pero cuando hablamos de millones de dosis y estamos pensando que además es indispensable que haya equidad en la distribución tenemos que considerar al País en su conjunto". Afirmó que la propia la Organización Mundial de la Salud ha expresado que los países que quieran emplear esta vacuna deben considerar que no pueden adquirirla a menos que cuenten con una red de ultracongelación. Pfizer, por su parte, dijo, está considerando algunos elementos tecnológicos como cajas de ultracongelación que pudieran permitir acercar la vacuna a distintas poblaciones.
"Pero aún así cuando hablamos de ultracongeladores, no estamos hablando de un refri del tamaño de lo que uno tiene en la casa, y tampoco de la intensidad de refrigeración de lo que uno tiene en la casa. Un refrigerador de casa generalmente está entre 2 y 8 grados centígrados, que es la temperatura fría suficiente para conservar la mayoría de las demás vacunas. "Estamos hablando de menos de 70 grados centígrados, de dispositivos de tamaño industrial que requieren una tecnología muy demandante en energía eléctrica, en personal y en el manejo de la misma".