LONDRES — Gran Bretaña y otras naciones europeas dicen que no reconocerán ningún gobierno formado por los talibanes y quieren que Occidente trabaje en una postura en común.
Pero las manos occidentales están atadas de muchas maneras: tienen poca influencia sobre los talibanes y son profundamente reacios a criticar públicamente la retirada de Estados Unidos, a su poderosa alianza militar OTAN o comentar sobre su papel en la intervención fallida.
Los países de la OTAN no tuvieron más remedio que retirar a las aproximadamente 7.000 fuerzas no estadounidenses en Afganistán después de que el presidente Joe Biden anunció en abril que pondría fin a la participación de Estados Unidos en la guerra para septiembre, 20 años después de los atentados del 11 de septiembre.
Malcolm Chalmers, subdirector general del Royal United Services Institute de Londres, dijo que Gran Bretaña, que durante gran parte de la guerra contribuyó con el segundo mayor número de tropas a la misión, “está especialmente molesta porque la administración Biden no consultó más sobre la decisión de retirarse este verano”.
“El hecho de que no hubo un enfoque de alianza coordinado para la retirada hace que sea aún más importante ahora coordinar una respuesta occidental, comenzando con la cuestión del reconocimiento” de un gobierno talibán, señala Chalmers.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo el domingo que “no queremos que nadie reconozca bilateralmente a los talibanes” y agregó que “queremos una posición unida entre todos los que piensan de manera similar, en la medida de lo posible, para que hagamos todo lo posible para evitar que Afganistán vuelva a convertirse en un caldo de cultivo para el terror”.
El portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, dijo el lunes que cualquier pregunta sobre si puede haber un diálogo con los talibanes debe discutirse internacionalmente.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo la semana pasada que los talibanes “deben entender que no serán reconocidos por la comunidad internacional si toman el país por la fuerza”. El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, también advirtió que el grupo islamista radical enfrentará el “aislamiento” y la “falta de apoyo internacional”.
Borrell presidirá una reunión de emergencia de los ministros europeos de exteriores para discutir el tema de Afganistán el martes, mientras que enviados de la OTAN también mantendrán conversaciones.
Mientras tanto, el enviado de Rusia en Afganistán dijo que Moscú decidirá si reconoce al nuevo gobierno talibán basándose en su conducta.